Cenando con tu mamá

Hoy no tenía ganas de salir de casa, ni de levantarme de la cama, pero le he dicho a mamá que viniera temprano para ir a comprar su medicina y de paso solucionar algunos pendientes por esos rumbos, así que en cuanto llego me vestí y salimos de casa.

Ha sido un poco complicado pasar por los lugares que pasé con esa persona, aunque poco a poco ya se convierte en un error del cual debo aprender, sigo pensando que eso no tenía un ápice de seguridad y aun así deposite algunas de mis esperanzas, todo para nada.

Y llegamos temprano, solucionamos algunas cosas, pasamos por su medicina y aproveché para comprar algo para las alergias, según mamá funciona, veremos si pueden disminuir un poco mis alergias, no quise contradecir a mamá y acepté comprar un frasco de “defensas y alergias”, al menos para algo servirán.

Antes de irnos pasamos a comprar unos pollos, pensé que habría de los dos rellenos, pero me equivoque, todo era para la cena de fin de año y los pocos que quedaban eran sencillos, compramos uno y volvimos a casa.

Después de dejar el pollo fuimos a la tienda, mi idea era distraerme bastante y así hacer menos pesado el hecho de convivir con mamá, sigue fastidiándome que ponga su cara de sufrida, bien sabe que no logra nada así conmigo, pero lo hace de todas maneras.

Afortunadamente encontré las jaibas rellenas, compré los 3 trastecitos que había y de ahí a casa, ordenar un poco y pasar a saludar a tu mamá, estuvimos con ella un poco y charlamos de cosas sin importancia, ahí Cecilia aprovechó para darme una parte de lo que acordamos, poco más de la mitad, quedamos en que el restante sería cubierto posteriormente, pero bien sabemos Alex que no voy con ese fin, solo íbamos a saludar y desear un buen año.

Volvimos a casa con la promesa de ir más tarde por un taco de pavo, que llevaron a un centro comercial para cocinar. Sinceramente pensé que sería como años anteriores, ir por la comida y volver a casa, pero esta vez me ha sorprendido tu mamá ordenándonos que nos sentáramos a la mesa para cenar, aunque los demás ya lo habían hecho.

Cecilia nos sirvió un poco de pavo, relleno, puré de papa y ensalada, la misma proporciona a mi mamá y a mí, ni que decirte que ha sido un momento incómodo Alex, pese a que le dije que no quería molestar a nadie. Mamá y yo nos sentamos a cenar y soportar un poco la indiferencia de tus sobrinos quienes hicieron su charla habitual, sin integrarnos para nada, ha sido tu mamá y Cecilia quien nos hacían charla.

Poco tiempo después llego el novio de Andrea, otro momento incómodo, ahí Cecilia me presento como su cuñada y pude notar la cara de fastidio que hizo Andrea, sigo sin saber por qué me trata de esa forma, finalmente la relación más cordial es con tu mamá y hermana.

Me he sentido mucho más integrada cuando llego la familia de Fernando, ahí sus niñas me dijeron simplemente: “Vente tía, siéntate con nosotras”, no tengo que decirte que casi me suelto a llorar, con ellos hemos tenido una charla de fin de año como antes, como deberían ser Alex, curiosamente no estaba ni Víctor o su esposa y mucho menos Andrea.

Volvimos al mismo tiempo que Fernando y familia se despidieron, aprovechamos para volver a casa, siendo poco más de las 10 de la noche mamá se fue a dormir y me he quedado en la sala para pasar el año, sentada en el sillón mirando programas sin prestarles atención.

Un año nuevo bastante triste Alex… te suplico vengas ya por mi… no puedo más… TE AMO.