26 de diciembre de 2016

La visita de Enrique

No quería levantarme de la cama, la sensación de tener las calcetas tejidas de mamá en los pies me hizo desear quedarme más tiempo en la cama, preferí levantarme a enviarle un mensaje a Vic avisándole de mi ausencia, así que mientras preparaba el desayuno dejé correr el agua en la regadera.

Como tengo bastantes romeritos de mamá se me servido bastantes en un plato y los he acompañado con huevos, hace tiempo que no como huevos y cuando mamá me preguntó si necesitaba caí en cuenta que debo comerlos antes de que se echen a perder.

Llegue a la oficina como siempre, afortunadamente no me he topado con tráfico e hice unos 7 minutos de la casa al taller, ahí solo estuvimos Don Jorge, Vic y yo, los demás están o de vacaciones o en proyecto, así que el día ha estado bastante tranquilo y he aprovechado para seguir bajando las series y poderlas ver más tarde en casa.

Por ahí de las 11 de la mañana ha llegado Enrique, ha pasado a saludar, aunque realmente paso por un documento que Vic quedo en darle, creo que es un tema de declaración de impuestos, por ahí va la cosa Alex.

Como Vic había salido a correr estuvimos charlando un buen rato, me ha dicho que lo van a subir a plataforma ahora en estos días, de lo bien que se siente trabajando en tu antigua empresa, de que se pasó estos días con su esposa entre otras cosas. Además, ha preguntado por algunas personas aquí, más que nada por las personas con las que él solía llevarse bien.

También ha comentado que me veo un poco diferente, fue ahí donde le comenté que he estado haciendo ejercicio, entre broma y broma me ha dicho que no lo deje, que me ve diferente, quizá un poco menos triste Alex, aunque la realidad es otra ya que siempre estoy triste y haciendo que las lágrimas no me delaten.

Por la tarde he llegado primero a casa, tomé las cosas de tu mamá y se las he llevado, curiosamente me he encontrado a las dos en la tlapalería, pensé que era Víctor sentado, pero en cambio estaba tu mamá, solo que de nuevo la noto un poco mal, no tan lucida como en días pasados, espero que ahora con la nueva medicina reaccione satisfactoriamente, sinceramente Alex, es algo que me tiene con pendiente, quisiera ver a tu mamá como antes, de aquí para allá, no solo sentada en una silla.

El tiempo que he estado en el gimnasio estuvo pesado Alex, esos ejercicios al principio me hicieron sudar, aunque no creo que sea la única pues una de las gemelas también estaba “vomitando los pulmones” y la otra medio hacia los ejercicios, pero bueno, he tratado de cumplir con mi rutina y con ello mitigar un poco de la comedera de estos días, y los que faltan.

Ya en casa, al hablar con mamá, me he dado cuenta que el teléfono inalámbrico ya no sirve del todo, se escucha muchísima interferencia y ahora es ella quien no me escucha del todo bien, así que es otro cambio Alex, odio los cambios.

No tienes idea cuanta falta me haces, ojalá las cosas fueran diferentes Alex.

Alex… ven ya por mi… TE AMO.

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