31 de octubre de 2016

La misa de todos los santos

Me he levantado como de costumbre, solo que antes de salir tuve que arreglar la cama y recoger algunas cosas pues mamá llegaría después de la comida ya que hoy es la misa de todos los santos y tu mamá la mandó invitar desde hace días.

Y aunque pensé que llamaría por ahí de las 3 de la tarde lo hizo a las 2, y aunque agradezco mucho todo lo que hace por mí, me incomoda muchísimo que meta mano a nuestras cosas Alex, el simple hecho de saber que guardó la comida en el refrigerador me puso tensa, pero bueno.

Traté de llegar un poco más tarde de lo acostumbrado, al llegar a casa me fui directamente a la casa de tu mamá, ahí me encontré a mi mamá charlando con la tuya y como siempre Cecilia de un lado a otro, por más que le dije si podía ayudarla en algo me dijo que no, así que preferí no insistir.

Al final he ayudado muy poco, con ir por algunas cosas con Cacho y hasta con los Vallejo, ahí fue donde mamá me acompaño y me he dado cuenta de algunos detalles en ella, pero bueno, esperemos que poco a poco se le vayan quitando.

En la misa ha sido pura risa con Perla, entre que nos equivocábamos al cantar o escuchando el sermón del padre, hasta el intento de regaño a su mamá, pero bueno, como siempre traté de ayudar a tu mamá al momento de la comunión, pero no quiso levantarse, ahí fue donde descuidé un poco a mi mamá, así que Perla tuvo que ayudarla para que le dieran la ostia.

Al final nos ha hecho comulgar a todos ahí presentes, luego he ayudado a repartir lo que Cecilia dio. Y ya cuando estaba sentada pasó la comadre y no sé si no se dio cuenta, pero me dejo con la mano medio estirada esperando que me diera un sándwich, quiero pensar que ha sido sin querer, pero bueno, creo que debo dejar de ir tanto con ellas como comenzaba a hacerlo, finalmente solo cuento con mi madre para todo.

Después hemos ido a la calle de los camotes, ahí si tuve que cuidar más a mamá, compramos un poco de camote, calabaza e higos, Cecilia y yo para poner en la ofrenda y mi mamá para comer por las noches, no compramos mucho, solo un poco y Cecilia le ha comprado al padre.

Ya en casa aproveché el momento en que mamá se fue a dormir para ponerte una pequeña ofrenda, aunque no puse el plato principal para que no se echara a perder, ha sido una ofrenda pequeña, sin tantas cosas, las calaveritas de azúcar quedaron lindas, quizá las vieja deba tirarlas ya, pero son calaveritas que compramos juntos Alex.

Me voy a dormir temprano, extrañándote terriblemente Alex.

Alex… ven por mi… no tardes mucho… no puedo más… de verdad… ven por mi… TE AMO.

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