1 de octubre de 2016

En el centro y con migraña

Un sábado más que comenzaba siendo aburrido, al levantarme noté que de nuevo sigue mi periodo descontrolado Alex, cosa que me fastidia mucho. Después de desayunar me quedé mirando un poco el televisor, fue ahí donde me han dado ganas de ir al gimnasio y terminar la rutina que ayer no pude hacer.

Me puse el pans azul claro y una playera, al llegar había muy poca gente y hasta se le hizo extraño a Mauricio verme ahí, por suerte no estaba Cristian y pude hacer 20 minutos de cardio, solo que en la siguiente rutina de nuevo sentí algo extraño y al revisar zaz, el mismo accidente que en días pasados, así que sin decir algo salí del lugar y me vine a la casa, lave todo y espere un poco pues había puesto como límite las 2 de la tarde para que se secara y de nuevo ir, solo que esta vez me dio flojera y terminé agarrando el pans beige, que mamá me compro, para ponerme en camino hacia el centro.

Lo primero que hice fue ir hacia el lugar donde se ponen los chicos que venden ropa deportiva, por suerte estaba el que me atendió la vez pasada y una vez revisado el pantalón concienzudamente pude cambiarlo por otro, aunque no muy grueso, pero si un poco más cómodo. Además, aproveché para comprar uno más, por lo que ya tengo 5 pans en casa que bien puedo combinar para ir al gimnasio.

Y como dicen, preguntando se llega a Roma y así llegue al local que tanto estaba buscando donde venden fruta deshidratada, el único problema es que estaba ya cerrado, he llegado a las 3:30 de la tarde y cierran a las 3, ni hablar. Por suerte he preguntado a un señor que estaba por ahí y me dio indicaciones de otro lugar donde la encontré, pero revuelta, así que sin pensarlo he comprado 1 kilo.

Lo chistoso es que de camino a casa seguí viendo otros locales y en uno pequeño encontré la fruta por separado, solo que nunca pude dar con las fresas, de ahí en fuera hasta cerezas pude comprar.

El gran error fue caminar hasta el zócalo para buscar el camión que me acercaría a casa, no contaba con que hoy había concierto y mucha gente estaba llegando, cuando cruce por 20 de noviembre hasta fila había, puedes creerlo?

Como pude salí de ahí para ir hacia la parada del camión, al subir encontré un asiento vacío que ocupé y me vine a casa, con 3 bolsas, hambrienta y un fuerte dolor de cabeza. Antes de llegar pasé con cachito a comprar un refresco, según yo no tan dulce.

Ya en casa he cocinado un rico salmón con ensalada, tomé dos pastillas para el dolor de cabeza que no funcionaron del todo, así que siendo casi las 9 de la noche me iré a dormir, siento que me va a estallar la cabeza, yo y mis malditas migrañas.

Alex… donde estas?... me haces tanta falta… ven ya por mi… TE AMO.

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