12 de octubre de 2016

La charla con Anabel

Mientras terminaba de bañarme ha pasado el camión que trae el agua, así que rápidamente salí de la ducha solo para corroborar que no era necesario pues aún tengo poco menos de la mitad, así que continué preparándome para ir a la oficina de manera habitual.

Ya en la oficina he continuado con el alta de la empresa para una armadora de autos, esta vez en lugar de ponerme como contacto he puesto a Vic ya que sería en inglés, así que para evitar problemas o confusiones prefiero que sea él, aun y cuando no me va tan mal con ese idioma.

Después de eso el día ha estado muy tranquilo, sigo investigando un poco sobre cómo seguir programando el sistema de la empresa, pero para ser sincera me cuesta mucho trabajo Alex, sigo sin poder concentrarme del todo y lo peor es que de nuevo caigo en la depresión, aunque nadie lo note.

Lo curioso del día ha sido que Pedro me mandó mensajes, más que nada para preguntarme si me gustaba él, puedes creerlo?, y pensar que yo lo he tratado con bastante indiferencia desde esa vez que me dijo le costaba entablar una amistad conmigo, ahora resulta que algunas personas en la oficina han notado ciertas “señales” que indicaban lo contrario, lo que si le he dicho es que estar todo el tiempo triste cansa, quizá eso es lo que realmente deberían de notar, pero bueno.

Adicional a esto Margarita ha estado extremadamente seria, quise charlar un poco con ella, pero ha estado contestándome de manera cortante, lo que me desconcierta bastante, con los demás es así, pero nunca lo había hecho conmigo, quizá luego deba preguntarle lo que le sucede, espero que los problemas que traiga encima sean fáciles de resolver.

Después de comer las horas han pasado rápido y justo a las 5 de la tarde he salido de la oficina, tomé mis cosas y me he ido a casa, justo a tiempo pues apenas pase a saludar a tu mamá comenzó a llover, no mucho, pero si lo suficiente para ensuciar los coches.

Como duro muy poco pude llegar a las 6 al gimnasio, hoy me ha tocado pierna, bastante cansada la rutina, espero que sirva todo lo que estoy haciendo Alex, al menos comienzo a ver una mejoría en mis tobillos, ya no están tan hinchados como solían estarlo. Todo iba bien hasta que Mauricio me dijo que terminara mi rutina en la escaladora, no sé qué diablos le ha movido que llego un punto en el que de plano le dije que ya no podía.

Por la noche, mientras preparaba mi cena me ha contactado Anabel, la pareja del Pato, siento mucho su situación ya que me ha contado todas las cosas que le han estado pasando, sobre todo la forma en la que ha cambiado, de ser una persona sumamente romántica y detallista ahora es muy grosero y hasta llegue a pensar que le había pegado, ella dice que no, pero pues no se Alex, hasta me ha confesado que ya no tienen intimidad, puedes imaginar que tan desesperada se encuentra?. Con decirte que hasta le dije que ojalá estuvieras aquí para que le jalaras las orejas al Pato, y ha estado de acuerdo.

Así que ya hay una persona a la que también le haces falta Alex, quise decirle que podíamos vernos el próximo sábado, pero sinceramente quisiera estar sola. No tienes idea cuanta falta me haces a mí.

Alex… ven ya por mi… no tardes mucho más amor… TE AMO.

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