24 de octubre de 2016

El agradecimiento

Como cualquier lunes, me ha costado mucho salir de las cobijas, quizá porque las mañanas comienzan a ser bastante frías, o por la flojera, que se yo, pero hoy me he metido a bañar pasadas las 8 de la mañana, por fortuna no me he topado con tráfico y pude llegar a la hora de siempre a la oficina.

He tenido un día bastante relajado en la oficina, así que me he puesto al corriente con mis relatos, he enviado algunos mails y sin pensarlo ya era la hora de la comida, con decirte que terminé comiéndome mi colación como postre, acompañado de mi gelatina con fresas, que mamá me preparó solo que no le quito el rabito y me costó un poco de trabajo, pero bueno, ha sido lindo el detalle.

Por la tarde Blanca me ha mandado un mensaje preguntándome si podía pasar mañana por sus resultados, ya que le había comentado que iría con Irene, al final le he dicho que sí, no me quita nada. Y luego, cuando pasé a saludar a tu mamá, Cecilia me ha dicho si podía comprarle una caja de mazapán cubierto de chocolate y dos cajas de bombones, así que mañana estaré haciendo diligencias.

En el gimnasio ha estado relajada la sesión, me he reusado a hacer cargar mucho peso y Mauricio estuvo de acuerdo, así que será algo relajado, pero he hecho más cardio que nada, al final terminé toda sudada, hasta Cristian me ha preguntado cómo sigo con la molestia, según él no pasa nada y no debo de espantarme, hasta me va a dar un poco de pomada que deberé ponerme durante 3 días, según él con eso quedo como nueva, veremos si es así.

Y justo cuando iba caminando de regreso me he topado con Anita, su hermana y otra mujer, inmediatamente Anita me ha interceptado y agradecido por lo que hice con ellas cuando su mamá partió, he sentido tan bonito Alex, más cuando ambas me regalaron un tierno abrazo y las palabras de agradecimiento sincero, por supuesto les he dicho que si puedo ayudarlas en algo más me lo hagan saber.

Ese sentimiento me ha acompañado el resto de la noche, como pequeñas acciones cambia la forma en que las otras personas te miran. Y como siempre dejo que las acciones digan más que las palabras, además con eso de que tu mamá es bastante comunicativa seguro les ha de haber contado tantas cosas malas de mí, pero bueno.

Las noches comienzan a ser frías, me haces mucha falta Alex, como cualquier otro día.

Alex… ven ya por mi… duele mucho estar así… TE AMO.

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