22 de octubre de 2016

Cenando chatarra

Después de ayer, de milagro me he despertado antes de las 10 de la mañana, me vestí y mientras desayunaba Cecilia me llamo para avisarme que saldrían al centro y cerraría el negocio, además de que andaba una camioneta medio sospechosa por el rumbo, más que nada le llamo la atención que estuviera rondando la casa de tu mamá y trajeran escalera, así que me puse a las vivas y di varias vueltas por ahí, hasta me encontré a Armando quien estaba comprando suavitel con tu mamá.

Después me he ido al centro, a buscar 3 cosas Alex (casco, guantes y faja), así que tomé el pesero que sale por la casa y m e baje cerca de la calle de San Pablo, de ahí a caminar. Te puedo decir que visité todas las tiendas de ciclismo y nada, no pude dar con un casco que fuese de mi gusto, aunque vi uno que llamo mi atención, pero en una tienda que se me hizo cara, así que preferí irme hacia la calle de Venustiano Carranza, he de decirte que por momentos me he perdido, pero como se dice: “Preguntando se llega a Roma”.

Y así hice, cuando menos le lo esperé me encontraba en el puesto de las tortas de pierna con mole, aproveché el momento y he pedido una, la comí con tanta ansiedad Alex, recordando la última vez que lo hice contigo, hasta tuviste que volver por otras por lo ricas que estaban, tantas cosas que recuerdo Alex, mismos puestos, mismos sabores, hasta puedo decir que quizá mismas personas y yo sintiéndome sola.

En eso pensaba cuando me he topado a Cesar con su mamá, solo me quedó sonreír de manera picara y decir que estaba rompiendo la dieta, después de despedirnos continué la búsqueda de la faja y los guantes. He recorrido todos los puestos y al final he comprado los que me recomendó Cesar, los de la marca Cabras, muy lindos.

Y estaba caminando hacia la parada del camión cuando comenzó a fallar el manos libres del teléfono, recordando que por ahí había un centro de atención caminé de regreso, estaba cerrado, seguí caminando hacia el otro y me dijeron que solo en las plazas están abiertos los fines de semana así que pregunté ´por la plaza más cercana y sin darme cuenta estaba ya en Insurgentes y Reforma, puedes creer lo que caminé Alex?

Ahí preferí tomar el metro bus e irme a otra plaza, tenía como opciones Buenavista o Parque Lindavista, sin pensarlo opté por la primera opción, además aproveché para ver los tenis que me gustan mucho. Después de hacer el trámite correspondiente me hicieron el cambio, esta vez por el manos libres del S7, bastante mono, solo que los guardaré y usaré los otros, al menos por ahora.

Fue ahí donde le mandé un mensaje a David, quien me dijo que era hoy el evento de las narraciones y para mi sorpresa estaba también en Buenavista, sin pensarlo me he ido a escucharlas con él, su novia, su hermana y familia. Llegamos al Zócalo en metro, justo al llegar a Allende un movimiento extraño hizo que su codo terminara impactándose en mi ojo, así que fue tema de conversación de regreso.

He pensado mucho en Kako, ya que las narraciones estuvieron acompañadas de gaiteros, un evento muy interesante Alex, el único problema es que terminó por ahí de las 10 de la noche y la casa se había quedado a oscuras.

El regreso fue un poco estresante, entre que no pasaba el metro bus, transbordo y los constantes semáforos en rojo que se cruzaron en mi camino hicieron que el trayecto fuese eterno. Pero por fin llegué, prendí luces y como no había comido más que la torta en la tarde terminé saliendo a comprar una hamburguesa, un hotdog y dos refrescos, aunque al terminar de comerlos me quedo una sensación extraña en el estómago, bastantes náuseas y ganas de vomitar, ni hablar Alex, de plano ya no vuelvo a comprarlos, sobre todo la hamburguesa, en fin.

Una noche más que me haces falta Alex… no tienes idea cuan sola me siento… ven ya por mi… TE AMO.

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