10 de octubre de 2011

Manuales y catálogos

No recuerdo exactamente la hora en la que me desperté Alex, solo que me vestí y fui al baño, salí con las flores entre los brazos y mi mamá ya estaba esperándome para irnos. Fui yo la que salió primero de la casa, mi mamá me alcanzaría más.

Como no nos acompaño tu mamá nos fuimos directamente hacia el panteón, todo el camino fue en silencio aunque casi al llegar comencé a llorar.

Mi mamá coloco las flores viejas en tumbas olvidadas mientras yo limpiaba las nuevas, llego un momento en el cual le pedí me dejara a solas mientras terminaba de limpiar y acomodar las flores. Todo ese tiempo fue puro llorar. Como quisiera estar yo dentro de ese ataúd y no estar afuera soportando tanto dolor sintiéndome tan sola día tras día.

Por la tarde vino el Pato, me ayudo a seleccionar los manuales y libros para donar, los que a él le gustaría conservar y el que me quedaría yo. Todos los demás decidí tirarlos a la basura. He hablado tanto con él que a veces me da pena estarle contando todo lo que me sucede, eran tan buenos amigos, tu hermano como me solías decir. Y trato de mil maneras en buscarte dentro de él pero no lo consigo Alex. Me doy cuenta que siente mucha tristeza al darse cuenta la posición en la que estoy, en como nuestro mundo se viene abajo, ver la decadencia de la mujer que tanto amaste. Todo porque tu mamá me ha pedido ya en 2 ocasiones desocupar esos cuartos, no puedo hacer nada Alex, aunque tú me dijiste miles de veces que esta era mi casa… esta ya no es mi casa.

Cuando se fue mamá le ha regalado una bufanda con los colores del Politécnico, una bufanda que seguramente te habría gustado y me hizo ponerme muy triste cuando me la enseño.

Afortunadamente paso el camión recolector de basura, había pasado horas esperándolo, les di todo lo que saque, manuales, folletos, disquetes, basura y la casita de las perras (incluyendo cobijas y la ropa que les diste para que no pasaran frio), todo lo que pude sacar este fin de semana Alex. Al ver alejarse el camión comencé a llorar, cuanta historia, cuantos recuerdos, fragmentos de nuestro mundo Alex.

Mi mamá sigue bastante preocupada, casi no como. Simplemente Alex no tengo hambre y cuando lo hago me duele bastante el estómago, hay veces que no se ni como es que salen lágrimas de los ojos, he dejado de tomar agua.

Alex… duele mucho… es mucho la tristeza… ya no quiero seguir aquí… ven ya por mi… por favor… detén tanto dolor… ven ya… TE AMO.

(Aún cuando me fui a dormir bastante tarde fue demasiado el dolor, no pude escribir, debí publicar esto ayer domingo.)

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