9 de enero de 2021

El vendedor de guayabas

La alarma del celular comenzó a sonar a la hora indicada, pero sabes Alex, tenía tantas ganas de quedarme más tiempo en cama, sin embargo, me levanté y comencé a organizarme para ir a casa de mamá, pensé en ir por el coquito pues llevaba varias bolsas, al final pude con todo y caminé hasta el chaparral, aunque casi me arrepiento de haber hecho eso.

La primera parada que hice fue en su rodante, donde compré las verduras y frutas que me encargó, aproveché para comprar algunas cosas para mí, solo que tuve que dar varias vueltas pues estaban medio pesadas las bolsas, en una de esas vueltas compré cebollas moradas, zanahorias y demás, cuando revisé la lista me faltaban pocas cosas como guayabas.

Mi error ha sido que traté de comprarlas con otro señor, pues después de escogerlas y sabiendo que era poco menos de un kilo, me quería cobrar como si fuera kilo y medio, así que le pedí que las pesara y fue al puesto de al lado, donde vi claramente que eran menos de 900 gramos, volvió conmigo, sacó algunas guayabas de la bolsa y me las dio, por supuesto le dije que no era un kilo, me arrebató la bolsa y las vació con el montón que tenía diciéndome que era libre de ir al puesto que quisiera, y ya sabrás como me sentí.

Así que pregunté en uno de los puestos donde siempre compro, si se podía reportar, me dijo que si y fui con el señor que asigna lugares, le explique la situación y me ofreció una disculpa por el altercado y me aseguró que hablaría con el señor, cosa que en ese momento dudé, así que fui al coquito para dejar las cosas y volver al puesto de siempre por las guayabas, solo que al pasar por vi que el señor de las guayabas estaba levantando su puesto muy enojado, ni hablar Alex, espero que no vuelva a pasar eso conmigo o ninguna persona que le quiera comprar.

De ahí me he ido al pollo para comprar lo demás que mamá me encargó, ha sido en la cremería donde le conté mi odisea a una señora y me dijo que a ella le pasa lo mismo, es difícil que un puesto pesé bien su mercancía por lo que ella mejor va a la central de abastos, así que recordé lo que alguna vez nos paso cuando llegamos a ir a una, te acuerdas?

He pasado a mi rodante para comprar mandarinas y toronjas para hacer jugo en la semana, no me sentí tranquila pues no me dejó escogerlas, espero no me salgan mal. Volví más tarde para comprar piñas y algo de comer, aunque terminé con un encendedor, chayotes, dos piñas y una torta que, al final, no me gustó del todo.

Ya en casa, después de comer la torta, me he dado un buen baño mientras charlaba con mamá, le comenté con lujo de detalles el incidente del señor y todo lo que le compré ya que hoy le he llenado su refri y el frutero, por lo que deberá comer fruta todo el tiempo.

Más tarde, mientras trataba de relajarme un poco, me quedé dormida en el sofá, entre sueños me levanté, prendí luces, fui por una cobija y de nuevo me quedé dormida, hoy si me he cansado bastante Alex.

Sin embargo me has hecho tanta falta, como todos los días Alex… TE AMO.

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