El huapango

Hoy me he levantado temprano aunque tenía un poco hinchados los ojos pues siempre me pasa que un día después, del recordatorio del peor día de mi vida, me viene un bajón de energía, como si ayer hubiera utilizado más energía de la habitual y hoy pago las consecuencias, pero bueno, un poco de agua con jabón, ponerme cubrebocas y sentir el aire frio al caminar, hicieron que me despabilara un poco, aunque ganas no me sobraron para volver a la cama, pero pues mejor me levanté y traté de cambiar mi actitud para que todo saliera bien hoy.

Como cualquier sábado he hecho las paradas de siempre, primero al rodante donde compré fruta y verdura para la semana, luego a la cremería para comprar el queso que a mamá le gusta, solo que esta vez me lo han dado un poco más caro, todo por cambiar de local, de ahí al pollo y volví a la vieja cremería para comprar otras cosas, donde por cierto me regalaron otra bolsa para el mandado.

Ya con mamá, y después de bajar las cosas, me he tomado un tiempo para charlar con ella, al final hemos ido al mercado para comprar estambre, solo que ya no había más bolas y creo que en ningún otro lado podremos encontrar ya que donde ella solía comprar son otros dueños y ya venden mucho más caro, así que le he dicho a mamá que trataré de buscar estambre por la casa, ojalá encuentre.

En el rodante de la casa he comprado huevos, mandarinas, toronjas y naranjas para los jugos de la semana, hasta aproveché en comprar 3 frascos de vaporub con lavanda que me llamaron la atención desde la vez pasada.

Como tenía cosas que comprar en el centro comercial, me animé a ir a uno, aunque terminé yendo al que está por la prepa, aunque traté de buscar algunas ofertas, no encontré ni una y mejor me vine a la casa.

Justo cuando estaba ya descansando escuche a unos chicos tocando la marimba, me asomé para darles algunas monedas y escuchar las melodías, cuando de la nada vi que se acercó tu hermana y les hizo señas, se los llevó con las Chávez y pidió les tocaran las mañanitas pues en este mes cumplen años Blanca (29), Cachito (24) y el ahijado (25).

Me animé a bajar e ir con ella, y pues se armo un poco el relajo, hasta pedí una de tus canciones favoritas, el huapango que tanto te gusta, no lo tocaron completo, pero si gran parte, tuve que morderme un poco la lengua para no soltarme a llorar, de hecho, ni tu hermana sabia que te gustaba esa melodía, así que confirmo lo que siempre supe, soy yo la que más se de ti.

No fueron tantas canciones que tocaron pues comenzó a llover y mejor nos fuimos, cada uno a su casa.

Y pues heme aquí, Alex, tratando de ser fuerte desde tu partida, de pie como los árboles, aunque destruida por dentro.

Alex… TE AMO.