Aunque traté de irme a dormir temprano, no logre conciliar
el sueño rápido, así que, hoy, cuando escuché la alarma del celular, de plano la
apague y me seguí de frente, he despertado al notar que la luz comenzaba a
entrar por la ventana, pese a las cortinas que oscurecen en cuarto, así que de
un brinco salí de la cama, doble cobijas y me quité la pijama.
Mientras ponía café a preparar, he prendido computadora y
todo para iniciar la jornada laboral, revisé que todo estuviera operando de
manera correcta, mandé algunos mensajes y organicé algunas cosas antes de
preparar el desayuno, que consistió en un rico jugo de mandarina y calenté un
poco de la comida atrasada que tenía en el refrigerador.
Como no tuve más que hacer, me animé a darle una barrida al
frente de la casa, por suerte tu hermana se ha dado cuenta, aunque no le dije,
solo vio el bote con las hojas a un lado de la puerta en espera a que pasara el
camión, que, por cierto, no tardó mucho en pasar, así que pude deshacerme de
las hojas y mi desperdicio.
Fuera de eso he tenido un día bastante relajado Alex, aunque
no dejo de pensar en que debo llevar al coquito próximamente a revisión, ojalá
no me salga tan caro el chistecito de la vez pasada, pero ni hablar, por supuesto
no pienso cobrarle a mamá, poco gana como para encajarme con ella.
Más tarde me contactó la gemela, con la que solía hacer
ejercicio, para que le asesorara un poco con un problema de su celular, no
entiendo porque la gente cree que soy buena para eso, y no es que sea solo
ella, mucha gente se me acerca por lo mismo, casi siempre porque su celular
está ya muy saturado y sin espacio, pero en este caso es problema al liberar la
memoria caché.
Después de eso he charlado un rato con mamá, nada fuera de
lo común, me di un baño y comencé a revisar mis redes sociales, extrañamente vi
un mensaje de Azucena donde me había etiquetado, no se porque lo vi y,
simplemente, terminé llorando a moco tendido, muchas cosas ciertas, otras no
tanto, pero hablaba de como superar la pérdida de un ser querido y bueno, que
te digo Alex.
Así que termino el día con los ojos un poco hinchados,
pensando mucho en ti, ojalá hoy puedas visitarme en sueños.
Alex… TE AMO.
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