El higo

Que cosas Alex, estaba tan a gusto dormida, pero de la nada me desperté a las 6.30 de la mañana, me levanté solo para ir al baño y volví a la cama, me acurruque tan bien que sin pensarlo me quedé de nuevo dormida, pero a las 9 de la mañana me despierta un escándalo, por un segundo pensé que alguien se había metido, afiné el oído y no, eran los vecinos acomodando algunas cosas en sus coches, así que de nuevo me acurruque.

A las 11 de la mañana me despierta una llamada de mamá, por supuesto le pregunté si estaba bien, con su vocecita me dice: “Pero ya es tarde, son más de las 11 de la mañana”, revisé el reloj y eran las 11.05 y pues yo quería seguir durmiendo, al final solo le dije: “Mamá, cual es el problema si me sigo dormida?”, y le colgué, aunque al final me levanté y comencé a juntar la ropa para lavar.

Mientras puse la primera carga en la lavadora, me hice un rico jugo de toronja y me animé a ir por unos tacos dorados, pero no se Alex, no me gustaron del todo, al menos salí del antojo, creo pasará mucho para que los vuelva a comprar.

Como iba un poco atrasada, podé la planta de afuera y acomodé algunas macetas, todo con el afán de tener la basura organizada para cuando pasara la basura, hasta pude barrer un poco en patio, solo que olvidé recoger las hojas que el cerezo tira, sin embargo, las recogí, pero puse las hojas en la higuera como abono, ahí me di cuenta de que estaba un higo bastante bonito entre las ramas, lo corté y me lo comí, bastante rico.

Mientras terminaba de limpiar la casa, terminé con la ropa sucia, y, como cada domingo, me he dado un baño al finalizar para lavar toda la ropa sucia y comenzar la semana en ceros, por así decirlo, hasta me animé a lavar las chanclas que uso dentro de la casa y los tenis de batalla, pero como los tendí ya tarde no se terminaron de secar.

Extrañamente hoy ha soplado mucho el viento, el árbol se ha movido bastante, creo que hasta vi caerse un nido a la casa de la Cuquita, y pues en cuanto pude baje la ropa limpia y puse mis tenis en el baño de tal manera que el aire los terminara de secar, ya las chanclas y demás las he metido al cuarto, no tengo prisa en que se sequen.

Termino el día como cualquier otro Alex, deseando tanto que estés de este lado.

Alex… TE AMO.