Un curso y un libro

Me he levantado de la cama por ahí de las 8.30 de la mañana, en cuanto pude leí los mensajes que tenía en el teléfono, solo que mi estúpida dislexia hizo que leyera mal un mensaje que Vic me había mandado, en el cual me preguntaba sobre el curso para César, pero como suele llamarlo “El gordo César” leí mal y pensé que se refería a “El gordo” y “César”, ya luego caí en cuenta de mi error, pero ni hablar, Vic me hizo ver el error.

A las 10 de la mañana estuve atenta a que César se conectara a su curso de espacios confinados, una vez que me cercioré de eso fui con el ahijado a comprar su libro, hemos ido de volada pues le dije que tenía cosas que hacer del trabajo, por suerte no encontramos tráfico, solo en el cuello de botella que se hace antes de llegar a la plaza.

Después de guardar al coquito, lo he ido a dejar a su casa y me vine para seguir revisando algunas cosas del trabajo y estar al pendiente de César hasta que su curso finalizara, por ahí de las 1.30 de la tarde, después de eso solo quedó gestionar el pago, que lo haría Vic, la factura y, por supuesto, el certificado de César.

A las 3 en punto llegó corriendo el ahijado, comenzaron sus clases y cuando terminó la última le preparé 2 huaraches con picadillo bastante apetitosos, les puse queso rallado y salsa, acompañado de agua de frutas y una gelatina de postre, con decirte que mientras lo veía comer se me antojaron, solo que no tenía tanta hambre como para hacerme el último, ya será mañana, de plano hoy no.

En uno de sus descansos, se fue corriendo a su casa pues me dijo que le iba a ayudar a su mamá, justo cuando bajó se encontró con Cecilia, a quien saludé y me dijo que no iban a dejar entrar el 31 al panteón, así que hemos quedado de ir una semana antes para dejar todo listo, y bueno a ver que tal queda.

Y así estuvo mi día Alex, entre checando un curso, resolviendo problemitas, yendo por un libro y las clases del ahijado, por suerte hoy no tuve tantas cosas que hacer, ya mañana a ver si me animo a limpiar un poco la casa, que no está tan sucia, pero ahora con el ahijado prefiero tener un poco más de limpieza, sigo temerosa de contagiarme.

Un día menos Alex… me haces tanta falta… TE AMO.