La sandía

Y que me animo a partir la sandía hoy Alex, ese fue uno de mis pensamientos al despertar, por supuesto el primer ha sido darle un enorme beso a tu foto, en pensar en ti y decir para mis adentros: “Un día menos Alex, me haces tanta falta”, como cualquier otro día, me levanté, tendí la cama y abrí la ventana para que entrara el sol, aunque también el aire frío.

Prepare café y comencé la jornada laboral, revisé que todo estuviera trabajando bien, mandé algunos correos, respondí llamadas para estar libre por ahí de medio día, hora en que comencé a partir la sandía, solo que no calculé bien y me sobró bastante, tuve que poner un poco en un plato para comer más tarde, luego un poco más para compartirla con Ángel, otro tanto en un contenedor y la mitad al refrigerador.

Así que estuve esperando a que pasara el camión de la basura, afortunadamente vino casi a la 1 de la tarde, pero he aprovechado la salida para ir a comprar un garrafón de agua, digo, hay que optimizar las salidas y aprovecharlas lo más que se pueda, no se si me atendieron rápido, pero de regreso alcancé de nuevo al camión de basura, me despedí del chico al que siempre le doy mi basura y me vine a casa.

Lo siguiente que he hecho ha sido un poco de limpieza, sigo teniendo la manía de limpiar 3 veces a la semana Alex, entre que estoy trabajando desde casa y abro ventanas, pero sobre todo por lo de la pandemia y, sinceramente, para evitar un poco mis alergias, por eso del polvo.

El ahijado ha llegado casi a las 5 de la tarde pues la primera hora no ha tenido clase, estuve charlando un poco con el para ver en que le puedo ayudar con respecto a sus tareas, al final hemos salido a tomar algunas fotos para una de sus tareas, aunque le dio pena pero ni hablar Alex, no sé pero me desespera que sea así, espero que su manera de ser cambie con los años, aún tiene la disculpa por ser adolescente pero como le he dicho, una cosa fue la secundaria pero ya la prepa es otra cosa y las lágrimas de su mamá no le ayudarán para nada.

De regreso hemos pasado por unos panes, le compré uno a él y me vine a casa, mientras me daba un baño he charlado con mamá de las mismas cosas de siempre, aunque ahora me ha dicho que se ha peleado con su hermana por cosas que ambas han dicho, no excuso a mi tía, pero mamá no es una dulce paloma, en fin, cosas de ella.

Termino el día pensando tanto en ti Alex… TE AMO.