7 de octubre de 2020

Los guantes de gatito

A las 8 de la mañana sonó la alarma del celular, en lugar de levantarme de inmediato, preferí quedarme un poco más en la cama, así que vine comenzando el día por ahí de las 9 de la mañana, prendí la computadora y calenté algo para desayunar, con forme transcurrió la mañana el clima fue mejorando un poco, pero creo que el bajar la cortina hizo que hoy no despertara con la garganta adolorida, aunque sigo pensando en comprar el factor de transferencia del poli, pero bueno.

Resolví algunas cosas del trabajo y mandé unos mensajes, solo que, bueno, me incomodó de nuevo Sergio ya que le mandé un mensaje para preguntarle algo y me salió con una jalada, en fin, sigo pensando que de estar tu a mi lado el nunca hubiera trabajado con nosotros, al menos no en la misma división, quizá, y soñando un poco, habría sido un empleado tuyo.

Afortunadamente Vic me ayudó con una llamada ya que el cliente necesitaba un servicio de forma urgente, al final creo que no lo podemos hacer nosotros ya que Vic lo canalizo con alguien más, nada que ver con lo que Sergio me dijo, además solo le marco a Vic cuando algo es importante.

Por la tarde, justo cuando llegó el ahijado, he salido de casa para ir a comprar unos guantes que me gustaron bastante, son como de patita de gato, pero con los dedos descubiertos, bastante monos, ya sabrás el color que escogí, pero tuve un inconveniente pues pensé que costaban 80 pesos, al final me dijo la chica que estaba bien, quedamos en que luego le pasaba los 10 pesos que faltaban.

Ya en casa ayudé al ahijado con sus clases, que por cierto no ha tenido tantas, pero algo que me incomoda es que cuando tiene una clase libre corre a su casa, según me dice porque su mamá le pide que le ayude con algunas cosas, como acarrear agua y demás cosas, la verdad no es algo que me incumba pero, se supone que ya está en clases y debería respetar su horario, al menos es lo que pienso.

Como no tuvo la última clase, entre a su cuenta y me percaté que el maestro le había mandado un mensaje, así que fui a su casa para avisarle ya que no respondió mi mensaje, ahí me encontré a todos los Chávez acarreando agua, por supuesto he saludado, aunque solo algunos me respondieron, pero ya no le presto tanta atención, para que amargarme.

Termino el día dándome un baño mientras charlaba con mamá, después he cenado un poco, pero no se Alex, me entró un poso de ansia y terminé comiendo pan de elote, que mamá me dio la semana pasada, espero no me haga daño.

Alex… te necesito mucho… TE AMO.

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