115 meses

Hoy no ha sido mi día Alex, ni hoy ni ningún 15 de cada mes, al menos desde mi perspectiva pues, aunque he tenido días tranquilos, siempre hay algo que me hace recordar el peor día de mi vida, y pues hoy ha sido uno de esos días donde se juntan varias cosas negativas, aunque no me he dejado caer como antes, sin embargo, duelen, sobre todo porque es una muestra más de que nuestro mundo se cae por más que trate de preservarlo.

Creo que inconscientemente traté de seguir dormida para no sentirme mal Alex, así que desperté un poco tarde y pues comencé la jornada laboral, lo que hizo que desayunara casi a las 12 del día, al terminar comencé a limpiar la casa pues he cambiado los días de limpieza y ahora serán los domingos, martes y jueves ya que Ángel tiene clases los viernes temprano y pues prefiero no presionarme.

No se si fue mi mala suerte, el día, mis prisas, o que se yo, pero justo al terminar, ya cuando estaba enjuagando la cubeta naranja, se me resbaló y cayó, cuando la levanté me di cuenta que se había fracturado en la base además de tener un orificio, que por supuesto segundos antes no tenía, y pues ni hablar, a sustituirla, la puse junto con la basura que había recolectado del día pensando que hoy pasaría el camión de la basura, que por supuesto no hizo.

Cuando llegó el ahijado le dije que si la quería para poner una planta, y pues aceptó, por lo que en un descanso, cuando no tuvo clase y se fue a su casa, se la llevó y dio a su mamá, aunque lo más seguro es que la pongan en el costal de botellas que luego venden.

Más tarde, cuando terminó una de sus clases, le he dado de comer, se ha ido poco antes de las 9 de la noche ya que su última clase solo ha sido de 1 hora, justo cuando se fue me di un buen baño con agua caliente mientras charlaba con mamá, por supuesto traté de que no se diera cuenta de mi tristeza, que terminó saliendo al momento de colgar el teléfono, no pude evitar sentirme sola, triste y añorando tu presencia.

Estos días extraño todo de ti Alex, desde tu desorden, tus frascos sucios y la ropa a medio cuarto, cuando daría por poder poner mi cabeza sobre tu pecho y escuchar el latir de tu corazón, 115 meses sin tenerte de este lado Alex, me haces tanta falta.

Alex… TE AMO.