Sábado de levantarme temprano, he ido con mamá como usualmente
lo hago, me levanté y preparé para irme, como siempre mi primera parada ha sido
en el rodante donde he comprado todo lo que me pidió y hasta un poco más,
aproveché para comprar azúcar que, aunque no me hace falta, siempre es útil y
necesaria, lo malo es que olvide comprar huevos, pero no me aflige tanto pues aún
tengo en casa.
De ahí pase a la cremería y la pollería para comprar el
resto e la lista, se lo llevé a mamá, revisé unas cosas con ella y me vine a
casa, hasta eso Alex, no me he tardado tanto y hasta pude pasar al rodante donde
compré un poco de fruta para la casa, confieso que estuve a punto de comprar
más galletas pero me detuve pues siento que estoy subiendo de peso y eso del
ayuno intermitente no me está ayudando del todo, me cuesta cumplir las horas,
pero bueno.
Después de guardar todo en su lugar, me recosté un poco en el
sofá, estuve a punto de quedarme dormida pero una llamada de Blanca me despertó,
pensé que tenían un problema y me necesitaban, pero no Alex, me ha llamado para
invitarme a su casa e ir a comer pues le hizo una pequeña reunión a Armando por
su cumpleaños 33, así es Alex, la edad de Cristo.
Así que me vestí y salí de casa pues era en ese momento la reunión,
cuando llegue solo estaba la comadre, el ahijado y Blanca en su casa, además de
la gente que se encargó de la comida, como no llevé regalo terminé comprando un
pastel, así que fui al centro comercial con el ahijado, al regresar me topé que
ya estaba una mesa llena, y si Alex, ahí estaba una de tus primas, con la que
ya no me relaciono, por supuesto tuve que aguantar un poco las caras de ella y
de la familia de Fernando, terminé sentándome sola en otra mesa.
Sorpresivamente el ahijado vino a sentarse conmigo, hasta
Pepe prefirió hacerlo, sin embargo, en la otra mesa estuvieron riéndose de mil
cosas, por supuesto ni me invitaron de la bebida que Xóchitl y su novio
prepararon, ni hablar.
Así que estuve un poco seria, por suerte luego llegó Fernando,
el señor que me soba, y charlé con él el resto de la tarde, por supuesto
teniendo cuidado ya que imagino lo que luego van a hablar de mí, pero como bien
dice tu mamá: “Que me apura”.
Cuando llegó la hermana de Tamara he charlado con ella, su
esposo y algunas más personas, participe un poco con el dichoso baile que le
hicieron a Armando, y pues me has hecho tanta falta Alex, y cuando pensé que ya
se había ido tu prima, resultó que se había ido a su casa para traer unas
gelatinas en forma de perritos, ricas por cierto, pero no se Alex, últimamente siento
un poco de rechazo por parte de la comadre, ni hablar.
Me he venido a casa cuando comenzaron a despedirse algunas
personas, aproveché para darme un buen baño y así quitarme las malas vibras, extrañamente
al salir del baño me he sentido mucho más ligera y pues, esperaré a que se me
seque el cabello para irme a la cama.
De verdad me hiciste tanta falta Alex, ojalá estuvieras acá… TE AMO.
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