La basura

Domingo de poder levantarme tarde, y así lo hice Alex, de hecho, cuando comenzaba a lavar el sol estaba en su apogeo, pero me apuré para aprovecharlo y hasta me animé a lavar un par de almohadas, aunque si me costó un poco de trabajo por el tamaño, hasta tuve que estarles dándoles vuelta en el tendedero cual pollo rostizado y evitar humedad innecesaria, no te miento pero subí las escaleras más de 20 veces, entre lavar la ropa, tenderla, darle vuelta a las almohadas, quitar todo y hasta subir agua.

Más tarde, mientras mantenía una video llamada con David y Belén me empeciné en ir al mercado para comprar un poco de pan dulce y aprovechar en tirar mi basura, cabe mencionar que era muy poca, creo que un kilo cuando más, eso porque pasé primero a dejar mis botes en el costal de la vecina, pero como me topé con uno de sus hijos ya no pude poner mi bolsita en su bote de basura.

Y ahora que lo pienso creo que me empeciné a lo tonto Alex, no era tanta la basura, pero bueno, lo peor ha sido que cuando llegue al mercado me encontré con los accesos cerrados, solo algunos, pero ninguno que me llevara al estacionamiento, pero al encontrar una cubeta con una bolsa se me hizo fácil poner mi basura, pero que me ve una señora y me fue a reclamar mientras estaba comprando el pan.

Lo único que se me ocurrió decir fue negar el hecho de que fuese mía esa bolsa, mientras estaba hablando con la señora que se acerca otra, una inquilina de Cecilia, y comienza a alzar la voz y a decir que no era la primera vez que hacia eso, total que me sentí un poco acorralada, pensé en varias cosas al mismo tiempo, al final preferí dejarlas con la palabra en la boca, darme la media vuelta e irme de ahí lo más rápido posible, no corrí porque de plano no quise evidenciarme más, solo me fui de ahí molesta y enojada, aunque internamente tenía miedo de que me alcanzaran e hicieran algo.

Así que, como veras, yo y mis ideas, ahora la gente me conocerá por la mujer que tira la basura en cualquier bote, y ni como defenderme Alex, pero bueno, dejaré que las cosas se enfríen, aunque conociendo a la inquilina de tu hermana seguro ya la colonia sabe de mí, que pena.

Ojalá estuvieras acá, aunque estoy segura me dirías: “Tu tienes la culpa, para que sales”

Alex… ven por mi… TE AMO.