30 de mayo de 2020

La abeja

Este sábado he andado a las prisas por la mañana, ya que a parte de hacer lo usual fui por las vacunas, por lo cual me levanté temprano y fui al mercado, donde aproveché para comprar algunas cosas usando los vales que me dieron, ha sido en la carnicería donde terminé dando el mayor número de vales, los demás se los di a la señora de los abarrotes a cambio de azúcar, con eso me evito tenerlos guardados y que al final me digan que ya no tienen valor.

Después de comprar la carne, fruta y verduras, me he ido a casa de mamá, solo que hice una parada rápida a la cremería para comprarle el pan y sus tortillas, de ahí a casa de mamá donde ya me esperaba con un vaso con jugo de naranja, que bien me sirvió pues no había desayunado nada, solo tomé las cosas y salí de casa, una vez que deje las cosas y tomé las mías, me fui directo por las vacunas.

Creo que no me perdí esta vez, aunque si se me hizo bastante lejos y bueno, salvo el susto que me puso un tráiler, todo estuvo bastante bien, aunque hubo partes del trayecto que no me gustaron, tuve que irme por todo el periférico pero hay una desviación medio extraña, y para colmo sin semáforo, ahí de plano ese trailero me hizo sudar un poco, pero terminé llegando bastante bien al lugar, aunque al final me equivoque en una salida, pero bueno.

Ir a ese lugar no me hace bien Alex, ya que de regreso paso por algunos lugares que solíamos rondar juntos, te acuerdas donde le compraste dulces para diabético a tu papá, pues paso por ahí, por supuesto trato de no prestar atención, pero es casi imposible no terminar llorando al recordar esos días, de verdad duele mucho, quizá la próxima vez ya pueda ir a la sucursal de siempre, espero ya no tener que ir a esa.

Ya en casa he acomodado todo en su lugar e hice tiempo pues quedé de ir a visitar al Ing. Harper, aprovechando que no hay mucha gente en el transporte, justo cuando dio la hora de irme pisé una abeja que estaba en el piso de la cocina, no se ni en que momento entró, solo sentí un piquete y al levantar el pie estaba la pobre abeja aplastada y sin agujón, creo que me lo clave pues al revisarme sentí la ámpula pero nada del aguijón, sin embargo por momentos me dolía caminar.

Afortunadamente no soy alérgica a las abejas, si no habría tenido que ir con el Doc. Vallejo, pero todo bien Alex, solo me quedé con una zona roja en la planta del pie que al tocarla me causaba un poco de dolor.

Triste ver que el Ing. Harper se vaya a mudar, creo que ya no lo veré más ni sabré de él, me invita a visitarlo en Querétaro, pero dudo mucho que vaya, ni hablar, serán las últimas veces que vaya por esos rumbos, se le extrañará bastante.

Por supuesto que no será nada comparado a lo mucho que te extraño y me haces falta Alex, sigo sintiéndome rota por todas partes, es a ti a quien hecho tanto de menos.

Alex… TE AMO.

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