3 de mayo de 2020

El coche de Andrea

Hoy de plano si me he levantado un poco tarde, estuve reflexionando un poco acostada en la cama y cuando por fin me sentí un poco liberada me he levantado, caminé al baño, luego a la cocina, donde me preparé unos ricos hotcakes, aprovechando que compré harina en la semana y pues desayuné con toda calma, creo que en la lista a comprar debo poner un poco de miel maple pues casi me la acabo, y bueno terminé teniendo uno de esos desayunos agradables, aunque lo que realmente me falta es tu presencia a mi lado.

Mientras limpiaba un poco la casa he aprovechado el tiempo lavando al mismo tiempo, al final, como siempre, me he dado un buen baño para dejar toda, absolutamente toda la ropa limpia, incluyendo la que tenía puesta en la mañana.

Por la tarde me animé a cocinar unos champiñones que compré con el Ing. Harper, y como terminé con un poco de basura me animé a salir para tirarla y comenzar la semana con todo limpio y sin basura, aunque tuve que volver a salir pues mamá me llamó para pedirme de favor que le mandara un mensaje a Fernando para que le llamara pues se había quedado sin saldo, así hice, pero esta vez me fui un poco más lejos.

He ido a la tienda que está en la plaza maldita, aproveché para comprar unas bolsas de frituras y me vine a casa, ha sido de regreso cuando me di cuenta que Andrea, junto con su pareja, iban llegando y estaban metiendo su coche, aunque se me hizo extraño que ella no viniera manejando, como solía verla en estos casos, ha sido el quien metió el coche, tal como lo hacíamos nosotros, te acuerdas Alex?

Al final observé un poco más la escena pues me resultó extraño el coche que metían, creo que han cambiado de modelo, no se Alex, al menos me ha dado esa sensación y pues allá ellos, quizá lo imagine, quizá no, pero no pude ver bien que marca de coche era, ya luego me enteraré.

Mientras caminaba de regreso a casa me llené de esa sensación extraña, de sentir bastante tristeza pues fue como vernos a nosotros, solo que yo no estaba abriendo la puerta, era Andrea, y pues tu no estabas manejando ese coche, y no era de ese color rojo que tanto te gustaba, y pues justo cerrando la puerta comencé a llorar, a extrañarte, aunque me tranquilicé por un momento en el cual aproveché para decirme a mamá que ya estaba su recarga.

Y como verás, son esos pequeños detalles que me destruyen Alex, me hacen más polvo y pues tardo bastante en retomar el ritmo.

Alex… ven ya por mi… duele… mucho… TE AMO.

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