7 de marzo de 2020

El bautizo

Para ser sábado me he levantado temprano, lo primero que hice fue darme un buen baño y acomodar la casa un poco, mientras desayunaba mamá llego, ayudé a subir las bolsas y después de acomodar todo en el refri nos pusimos en camino hacia casa de Belén, como iba acompañada no me he ido como siempre, esta vez me he llevado al coquito, pese a que preferiría no hacerlo, pero bueno.

Para ser guiada por un GPS, se me ha hecho largo el trayecto, más porque me hizo salir de la carretera para al final volver a la misma ruta anterior, así que como verás sigue haciendo lo mismo, pese al paso de los años, lo único que si hizo es no hacernos pasar por la caseta, pero por varios trayectos pensé que estábamos perdidas, sin embargo, llegamos bastante bien.

Al llegar pude guardara al coquito en la cochera, solo que lo moví varias veces porque salían y entraban coches, ni hablar, en casa de Belén ya nos estaban esperando y en cuanto entramos dejamos las cosas en el cuarto donde usualmente duermo, para de ahí irnos a desayunar, no pude decir que ya lo había hecho porque hicieron tamales verdes para mamá, así que comimos algo mientras ayudé en los preparativos, no tanto porque había mucha gente ayudando, mamá en cambio prefirió no estorbar.

He vestido a la nena como es tradición, aunque estábamos preparados para el frío ha hecho un buen clima, así que no fueron necesarias las mallas ni el pañalero de manga larga. En la iglesia solo nos acompañaron los papás de David, quienes estuvieron tomando fotos, a mi se me olvidó de plano, además andábamos medio ocupados pues fue una misa comunal, había varios niños esperando el bautizo, y bueno a soportar un poco el llanto de algunos de ellos.

Parecía que jugábamos a las sillas, de momentos Belén tenía a la nena cargando, luego la amamantó un poco, se la pasaba a David y el a mi cuando pasaba el padre, afortunadamente no lloró cuando le echaron agua, pero fue chistoso que Belén cantara “Al agua patos”.

Al finalizar mi mamá me hizo llenarle una botella con agua bendita de la misma que le echaban a los niños, hasta la mamá de David me dijo que si le llenaba una botella, pero fue chistoso ya que mientras yo llenaba las botellas ella distraía a las personas de la iglesia.

De ahí nos regresamos a la casa de Belén donde ya nos esperaban para comenzar la fiesta, vi entrar y salir muchas personas, hubo un momento en el cual todas las mesas estaban llenas, aunque no vi tantos regalos como esperábamos, y la nena, que en teoría estaría todo el tiempo conmigo, se la paso de brazos en brazos.

Ni que decirte que la comida estuvo muy rica, pensé en agarrar una banderilla de fresas con uvas, pero cuando fui a la mesa de dulces ya no había, en el volo me divertí un poco, repartí las monedas, aunque algunas se las eche directamente a la sobrina de David, finalmente convivo más con ella que los demás niños.

Me divertí Alex, no lo dudes, pero me hiciste tanta falta.

No se en que momento mamá se aburrió o prefirió irse al cuarto para no causar problemas, pero después de comer prefirió que la llevara al cuarto diciendo que estaba cansada y quería dormir, de ahí ya no salió hasta el otro día, pero me dijo que se divirtió las veces que estuve dándole vueltas para ver si se le ofrecía algo.

Terminamos muy cansados, me quedé con ellos hasta el final para ayudarles un poco a recoger, aunque no hicimos mucho, ellos estaban más que molidos, pese al cansancio no he podido dormir bien Alex, mamá se la pasó roncando bastante, aunque según ella no durmió, pero bueno.

Alex… TE AMO.

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