27 de enero de 2020

Salvando a la viejita

A veces pasan los días sin que haga algo bueno por las personas, o para mí o alguien querido, sin embargo, hoy fue el día en el que impedí que una señora de la 3era edad se diera tremendo golpazo en la cabeza, te explico mejor Alex.

Como todos los días me preparé para ir a trabajar, caminé hacia el metrobús y esperé a que la gente se fuera en el primer camión que pasó, de esta manera me quedo hasta adelante para cuando llegue el siguiente, y bueno es algo que continuamente hago, esta vez no fue la excepción, mientras caminaba hacia el andén vi que estaba una silla de ruedas esperando, debido a que mucha gente no sabe, me acerque para apretar el botón e indicar al chófer que una personas en silla de ruedas entraría y debe esperar a que lo haga.

Bueno pues, estaba esperando junto a la silla, cuando llego el segundo camión, esperé a que la gente saliera y al final, una mujer delgada y bajita se acercó a la salida, pero alguien la empujo a tal grado que perdió completamente el equilibrio.

Vi como estiraba la mano y gritaba para pedir ayuda, instintivamente le tomé la mano como nos enseñaron los bomberos, te acuerdas Alex?, y bueno ella intentaba afianzarse desesperádamente a mí, solo que la tela de la chamarra que llevaba puesta era bastante resbaladiza, así que casi no pudo hacerlo.

Y que se deja caer Alex, como me estaba ganando su peso cambié mi postura, a la misma de como suelo cargar peso muerto en el gimnasio, y bueno, el resto es que la señora estuvo a nada de golpearse la cabeza pero lo impedí, la levanté con una mano y ya que la vi de pie le pregunté si estaba bien, ella estaba toda espantada y charlando con la chica en silla de ruedas, así que me subí al metrobús y me fui.

Caí en cuenta de lo que había hecho cuando una señora dijo que gracias a mí no se había medio matado, y bueno, el sentimiento de haber hecho algo lindo por alguien me ha durado todo el día Alex, hasta compartí esa anécdota con Margarita, el Ing. Harper y por supuesto, con mi mamá, sin embargo, eres tú por quien moría contárselo, y aunque sea de esta forma lo hago, aunque no tengo como recompensa ese hermoso beso que solías darme.

Alex… de verdad me haces tanta falta… ven ya por mi… TE AMO.

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