6 de octubre de 2019

Un baby shower católico

Para un domingo cualquiera, tuve que levantarme temprano y comenzar con las labores de la casa, así que apenas salí de las sábanas y comencé a juntar mi ropa sucia, esta vez no me aventuré a lavar mas que mi ropa sucia, y aprovechando que el sol estaba bonito, tendí un poco de ropa para luego desayunar un poco, limpiar la casa y darme un buen baño, por supuesto mi plan fue dejar todo limpio, descansar un poco y luego irme a casa de Belén.

A las 2 de la tarde ya estaba lista para irme a casa de Belén, antes de irme le marque a mamá para avisarle y de nuevo me insistió para saber donde vive, no le contesté y me fui de ahí, no sin antes pasar a la papelería y comprar una bolsita para poner la cobijita rosa que mamá me dio, tuve suerte de encontrar una muy mona y económica, finalmente es solo para no tener que llevarla en una bolsa de plástico, finalmente lo importante es la cobijita, no la bolsa.

Antes de irme, me quedé de ver con una de las gemelas para darle sus boletos, me dio un poco de risa la cara que puso cuando los tuvo en sus manos, su mirada de niña me hizo sonreír y recordar las pocas veces que me he llegado a sentir así desde tu partida, pero bueno.

He llegado a casa de Belén mucho antes que ella, traté de ayudarle un poco a su mamá, es la primera vez que estoy en un Baby Shower Católico, pensé que sería diferente a los que he asistido, pero no Alex, solo un poco aburrido pues la monja que dirigió todo se puso a dar misa y leer versículos de la biblia para rematar con un relato de sus vivencias, sobre todo en contra del aborto, eso de decir que un doctor usaba los fetos que acababa de sacar de varias mujeres se los daba a sus perros, puedes creerlo?

Pese a que quería irme más temprano que la vez pasada, termino yéndome tarde de la casa de Belén, por consiguiente, he llegado pasadas las 10 de la noche a la casa, además por las prisas no use la ruta que siempre suelo usar, terminé usando el metro y bueno, mientras caminaba de la parada donde me dejó el camión, aproveché a llamarle a mamá para que no se preocupara, aunque más preocupada y estresada estaba yo.

Termino el día cansada, con un poco de comida extra en el refrigerador, pero sobre todo extrañándote tremendamente, tantas cosas que deseo contarte Alex.

Alex… ven ya por mi… aquí espero... TE AMO.

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