20 de octubre de 2019

Cambiando cosas

De nuevo comienzo a tener noches de insomnio, por tal motivo me he levantado un poco tarde el día de hoy, creo eran pasadas las 9 de la mañana cuando lo hice, y como ayer no le llame a mamá cuando llegue pues me llamó más o menos a esa hora, cosa que me molesta pero bueno, todo sea por satisfacer su necesidad de saber que sigo respirando, quizá se lo toma muy a pecho pues he estado triste, más de lo normal, últimamente, o solo sea su deseo de control, quien sabe.

En cuanto terminé de hacer algunas cosas comencé a lavar la ropa, como ayer me di un baño hoy no tuve tantas ganas, así que a las 12 del día ya estaba con la ropa en suavizante, la casa limpia y hasta desayunada, posterior a eso me he recostado un poco en el sofá mientras pensaba que más hacer.

Después de hablar un buen rato con mamá, me di a la tarea de tratar de comprar agua, digamos que original, y así cambiar el garrafón que tengo en la casa, ese que está un poco deteriorado y hasta en la purificadora me recomendaron cambiar, hasta estuve pensando en algunas estrategias para que no me pusieran peros, más que nada porque ya tiene un poco de sarro, así que bueno, sin pensarlo dos veces lo agarré y tomé camino.

Caminé hacia la iglesia, en la primera tienda que pregunté no tenían en existencia, de ahí caminé hacia los Vallejo y me dijeron que no era posible cambiármelo por el estado en el que estaba el garrafón, básicamente me dijeron que tenia bastante sarro, que se veía hasta blanco y que seguramente lo tenia expuesto al sol, ni hablar, caminé a la otra tienda y, pese a que me encontré a un compañero de gimnasio, tampoco quisieron cambiármelo por la misma razón, así que seguí caminando hasta la tienda donde alguna vez me regalaron una bolsa rosita, te acuerdas?

Bueno pues ahí pensé que si me lo iban a cambiar y nada, me dijeron lo mismo solo que me comentaron de la purificadora que esta en la misma cuadra, seguramente para que me rellenaran el garrafón y así quitarme de problemas. Por supuesto que fui Alex, pero para ver si me lo podían cambiar, la señora que me atendió fue muy amable y me dijo que en la tienda se ponen muy roñosos en ese tema, hasta me lavó el garrafón y me dijo lo mismo que las otras personas, el sarro en el garrafón era más que evidente y difícilmente me lo cambiarían en alguna tienda pero que caminara por la colonia y quizá alguna me aceptaría ese garrafón.

Así hice, caminé de regreso y llegue a la competencia de los Vallejo, ahí me atendió un chico muy amable que no me puso peros al momento de comprar el garrafón, por supuesto me he ido de ahí caminando rápido por el temor de que me alcanzaran y me dijeran algo, cosa que no sucedió pero por si las dudas, una vez en casa hablé con mamá y le comenté la odisea que había pasado para cambiar el garrafón, ahora solo me queda cambiar uno, pero sinceramente no creo tener problema ya que no tiene tanto sarro como el otro.

Más tarde he ido a visitar al Ing Harper pues se encuentra devastado pues su hermano aún sigue muy mal en el hospital, a veces cuando lo escucho contarme como está pienso en la película del Gen descalzo, ya que cuando creo que no puede irle más mal zaz, de nuevo hacia abajo, que si los pulmones, que si las plaquetas y bueno ahora el problema son los riñones, por suerte los médicos dicen que su corazón se encuentra bastante bien.

Salí de su departamento temprano, aprovechando que estaba por la zona, he aprovechado para ir a cambiar la playera que compré ayer, me gusto bastante para ti pero dudo que la talla mediana sea lo suficientemente grande, así que me bajé, en la misma estación del metro y caminé las mismas calles que ayer, aunque en algunos momentos si sentí miedo por lo sola y oscura que estaba el trayecto.

Pero llegue sin problemas, me cambiaron la playera y hasta compré la gris que me gustó, vi los puestos con tranquilidad y me regrese a casa en el metrobus, todo tranquilo Alex, ya en casa terminé de poner la ropa en la secadora y cené algo.

Por supuesto que me has hecho tanta falta Alex, quería contarte lo difícil que fue el cambiar ese garrafón, mientras caminaba hacia los puestos te pensé tanto, en que me hubieras dicho que soy una exagerada y no se que tantas cosas más, pero te pensé y con eso el miedo se fue pasando.

Tantas cosas Alex… me haces tanta falta… ven ya por mi… TE AMO.

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