2 de julio de 2019

El contrato

Hoy he comenzado el día un poco mal Alex, ayer me llamó tu hermana para decirme que me iba a dar el contrato de arrendamiento, pero como estaba en el gimnasio ya no pude ir, así que quede de pasar hoy, solo que por ahí de las 8.30 de la mañana, mientras desayunaba, escuché que alguien entraba y a los pocos segundos mi nombre, me asomé y era tu hermana con un folder, me dejó el contrato y se fue ya que en poco tiempo abrirían el negocio, como siempre ella andaba de prisas, pero bueno, vuelvo a casa y solo me queda mirar el folder, un golpe bajo Alex, de verdad bajo.

Voy a trabajar y, sobre todo, a tratar de no pensar en ese folder, así que el día se me ha hecho bastante pesado, sobre todo la parte final, en la que volvería a casa, la verdad ni ganas de volver, pero bueno, lo hice e inmediatamente fui a sacarle copia al contrato, solo que pedí taparan mi firma pues en la mañana lo había firmado, cuando por fin tuve la copia se lo llevé a tu hermana y le dije que me firmara mi copia, hasta aquí digamos íbamos bien Alex, fue el momento en el que ella me dijo que si pero antes debía verificarlo su contadora para que no hubiera problemas, lo que en si se me hizo extraño pues que tiene que ver una contadora en un contrato, pero bueno, me retiré de ahí con bastantes dudas.

Aproveché para irme en ese momento a entrenar, esta vez por suerte me toco la parte pesada, la pierna, que por supuesto hice sin quejarme, más que nada para desestresarme y cansarme, mi idea era cansarme para no pensar y dejar que mis pensamientos inundaran la mente y terminara llorando, no se Alex, cosas así, creo que me sirvió porque apenas y podía caminar, de verdad que me cansé y en casa preparé todo lo de mañana sin pensar, bueno tratando de no pensar, ya mañana será otro día.

Se me pasa decirte que a la salida, como no quería llegar a casa, pase a canal del norte a comprar un pans, porque los que tengo ya no sirven del todo, bueno si sirven pero ya están rotos, así que me anime a comprar uno, pero al probármelo me di cuenta que no me queda, así que deberé ir mañana a cambiarlo, lástima porque si me había gustado, además pasé a preguntar lo de las playeras que Belén me pidió, al parecer si pueden hacerlas y entregarlas justo antes de que ella se vaya a Mérida, ojalá no me haga ir al aeropuerto a llevárselas, uno de esos tantos lugares que aún me duelen Alex.

Y ahora, ya cuando los músculos se han enfriado, ya cuando estoy casi por irme a dormir, me doy cuenta que la rodilla izquierda me duele, aunque me duele más tu ausencia Alex.

Alex… ven ya por mi… no puedo más… TE AMO.

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