20 de julio de 2019

El ahijado y su cita

He ido a casa de mi mamá como todos los sábados, solo que esta vez, pese a que quede de llevarme las cosas que compró en la semana, me he llevado todas las bolsas, para lo cual me costó un poco de trabajo acomodarlas, pero lo logré y terminé muy cargada, pero lo logre, además tuve suerte pues justo cuando bajaba del puente iba pasando la pesera que me lleva hasta su casa, así que me ha ido bien en ese sentido, hasta mamá se sorprendió de que pude con todo.

Con decirte que parecía señora de la merced, cargada en los hombros y todavía de las manos, pero pude llevarle el pay que tanto le gusta, lo que le hizo sonreír cuando abrió la bolsa, por supuesto he sacado el pequeño y lo dejé en el refrigerador, ya después me lo comeré tranquilamente en casa.

Después de desayunar vamos al rodante, solo que no compramos casi nada, además queremos depurar un poco el refrigerador de cada una, coincidimos en que tenemos fruta y lo mejor será comerla antes de que se eche a perder, pues es una lástima tirarla, aunque en lo personal casi no hago eso pues cuando la fruta ya está muy madura prefiero llevársela al Papote que tirarla, pero bueno.

Digamos que todo iba normal hasta aquí Alex, el regreso fue un poco caótico pues cuando me subí al metrobus y apenas había recorrido unas paradas, no se que pasó pero un señor, tipo indigente, terminó pateando la unidad y aventando piedras, sinceramente no se que haya detonado esa actitud pero me mantuve alerta por si me llegaba a tocar algo de lo que estaba aventando, por suerte iba pasando una patrulla y se detuvo la agresión.

Ya en casa le mandé mensaje al ahijado para que me acompañara al rodante y comprar frambuesas, me dijo que esta vez no podía ir conmigo pues tenía una cita con una de sus compañeras, aunque creo que ya es excompañera, quien lo invitó al cine y estaban por pasar a recogerlo, así que terminé dándole un poco más de dinero adicional al que, espero, su mamá le haya dado, de ahí me fui yo sola y compré algunas cosas, hasta limones que vi bonitos para hacer agua de sabor en la semana.

Lo curioso es que cuando le di el dinero noté que estaba sumamente nervioso, seguramente andaba soportando el bulling que le hacen sus tías, primas y hasta su mamá, por fortuna se sabe defender, sin embargo, hasta tembloroso andaba, pensé en darle un poco más de dinero, pero no quiero que me vea solo como una persona que le da dinero, quizá hago mal Alex, quizá no.

Termino la tarde pensando tanto en ti, ojalá pronto estemos juntos Alex, me haces tanta falta.

Alex… TE AMO.

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