4 de julio de 2019

El comentario en el metro

Mi día comenzó tranquilo Alex, me preparé para ir a trabajar, como cualquier otro día, llegué a la oficina, resolví algunas cosas y mandé la documentación que me solicitaron en algunas empresas, todo con el afán de que puedan ponernos cuanto antes las ordenes de compra, pues como siempre nos dice Vic: “Pedidos es lo que me hace feliz” y bueno, si el está feliz todos los demás lo estamos.

Justo a la hora de la salida he pasado al local para recoger las playeras de Belén, para mi sorpresa aún no las tenían listas, por lo que tuve que esperar un lapso de 45 minutos a que las estamparan, afortunadamente las dejaron bastante bien y yo tenía tiempo que perder, pues quedé con Belén de llevarlas al aeropuerto, ya que hoy se va a Mérida con su mamá.

Por suerte cerca del local está el metro, así que me he ido de volada hacia el aeropuerto y vi a Belén afuera de la estación, solo que el policía resulto un mamila y tuve que volver a pagar el boleto de entrada, ni hablar, pero me alegro que haya podido ayudar un poco a Belén y darle sus playeras, de paso salude a su mami quien estaba feliz por volver a ver a su nieto y pasar unos días con él, como siempre me invitaron a ir pero por ahora no puedo Alex.

Así que me fui en metro para llegar más rápido y sin problemas, fue un lapso de 30 o 45 minutos para llegar y, por suerte, Belén se acercó a la salida del metro, ahí me la encontré con su mamá y, después de mostrarle las playeras, las abracé y me regresé a casa, tomando la misma ruta que hice de ida, usando solo el metro.

Lo curioso ha sido que, cuando cambié de línea, al entrar al vagón vi a una persona con bastón así que hice lo que siempre hago, levantar a alguien sentado para que la persona con discapacidad se siente, solo que la persona con el bastón no quiso, y bueno para mis adentros pensé que no debería hacer ese tipo de cosas. Ahí una mujer me veía y me dijo: “Bueno ya no quedó en ti”, y me empezó a decir que soy una buena persona, que tiene una amiga que también es muy abusada y no sé qué otras cosas más, confieso que le estaba dando el avión Alex, hasta que me preguntó en que estación bajaba, le dije que hasta el final de la línea y ella me dijo que en la siguiente.

Ya para bajar me dijo que estaban dando unas platicas en la calle de Henry Ford los lunes a las 7 de la noche, pero en si no me dijo más, solo que era para que me dieran un departamento, que como me localizaba, no me quedo tiempo y solo le dije: “No sé”, se cerraron las puertas y desaparecimos las dos, así que me quedé con la duda y le conté a mamá, quien me dice que quizá era una estafa, que nadie te da un departamento así porque si, y le creí Alex, sin embargo me deja con la duda y sobre todo intrigada.

Hasta le conté a David, quien me dijo que si iba no lo hiciera sola, además que tampoco lo creía y tuviera cuidado, así que bueno, se queda en eso Alex, un comentario al aire.

Alex… me haces tanta falta… ven ya por mi… TE AMO.

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