14 de enero de 2019

Llegando tarde

Vaya día que he tenido hoy Alex, y eso que lo tenía todo planeado, pero tan solo 5 minutos hicieron la diferencia, por más que me apuré para completar todo lo que tenia en mente, solo pude completar algunas acciones, y eso con un poquito de ayuda. Te cuento:

Me levante como cualquier lunes, pero hoy me quedé en cama unos minutos más, sin embargo, a las 9.20 de la mañana ya estaba tomando el pesero para irme en metro hacia centro médico, por supuesto llevando mi muestra para que me generaran las vacunas correspondientes, y hasta eso Alex, llegue a la hora, solo que el doctor se tardó bastante en atenderme, ahí comenzamos mal.

Como me estaban cobrando la consulta aproveché para decirle todo lo que me ha pasado en este ultimo mes, desde que me enfermé de la garganta hasta las erupciones que tuve en el cuello, pero bueno, al bajar y pagar me topé con otro atraso, por más que le dije a la señorita que llevaba prisa, a ella no le importó y terminó cobrando después de 30 minutos, de ahí camínale de nuevo al metro.

Tuve otro contratiempo cuando el metro se tardo como 20 minutos de más, quizá un poco más de tiempo, pues se iba parando y parando en cada estación, así que llegue a la casa casi corriendo, con el tiempo suficiente y muy medido para irme hasta Coacalco, así es Alex, hasta allá pues mi cita era a las 2 de la tarde.

Por más rápido que traté de irme, pasándome altos, aventando lámina y demás, llegue a las 2.15 de la tarde pero ya no me quisieron atender, por más que hablé con la “encargada” esta de plano me dijo que debía volver a generar la cita y asistir de nuevo hasta allá, por lo que no me quedó de otra más que salir de esa oficina con el coraje cruzado e ir a la tienda para pagar y evitar que me cobraran el estacionamiento.

El regreso fue mucho más rápido de lo pensado, ni hablar Alex, creo que tomé la ruta más larga, o que se yo, pero he vuelto a casa bastante molesta, con hambre y sin el papel de la afore, malditos. Ahí me contacté con los chicos con quienes iba a pagar la mensualidad del gimnasio, para mi sorpresa fue Johana quien me dijo que nos veíamos a las 5 de la tarde frente al mercado para darme el dinero, quien de plano me dijo que no llegaba fue un chico de nombre Daniel, a quien tuve que prestarle dinero para completar los 800 pesos, según él me los paga mañana, ojalá así sea Alex pues me he quedado sin efectivo en casa.

Y ya en el gimnasio, me acerque a Christian para que me pusiera mi rutina, que terminó siendo un fiasco pues solo me dejo 6 ejercicios de pierna y espalda para concluir con 25 de cardio, que aburrido, hasta me animé a hablar con Joel para que me pusiera una rutina, como las que solía ponerme anteriormente, ojalá si lo haga.

He vuelto a casa por ahí de las 9 de la noche, con frío, cené algo ligero y a dormir, me siento muy cansada, sin embargo, te extraño mucho Alex.

Alex… ven ya por mi… TE AMO.

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