22 de enero de 2019

Aprovechando el día

Hoy he dejado la tristeza a un lado Alex, he tenido que hacer tantas cosas por lo que casi no me ha dado tiempo de pensarte o extrañarte, aunque si de extrañarte, pero bueno, me he levantado como cualquier otro día, me aliste y salí aprisa pues quede de verme con mamá para llevarla a su cita médica, aunque de salida hemos tenido que caminar bastante pues pasamos al centro de salud para llevar los documentos que necesitábamos para hacer un trámite.

Solo que esta vez nos atendió un tipo tan prepotente, aunque con su sonrisita sarcástica, buscó y busco la manera de rechazarnos y lo logró, diciendo que el documento que nos habían dado no servía y bla bla bla, salimos de ahí tan enojadas y frustradas que bueno, casi nos peleamos, por lo que tuvimos que respirar y continuar con lo demás.

Aprovechando que estábamos cerca de otra institución, he aprovechado para tramitar una credencial mía, casi no me la dan pues según faltaba un dato, ahí me frustré de nuevo pues el tipo que me atendía se la estaba pasando chateando, creo que leyó mis intenciones en la mirada que le echaba de vez en vez, al final pudo darme la credencial, que sinceramente usaré para poco, más que nada para descuentos en análisis clínicos, en fin.

Saliendo mamá estaba ya un poco molesta pues no íbamos a llegar a la iglesia para comprar su dichoso aceite bendito, así que la hice caminar a paso rápido, aunque al llegar vi que estaban apenas cerrando la iglesia, tuvimos que ir hacia la oficina, que encontramos cerrada, y tocar, a las 5ootas nos abrió una señora y le preguntamos por el capellán, ella decía que ya se había ido pero como le dije que las puertas de la iglesia estaban abiertas, no el portón, accedió a mandarle un mensaje, por suerte aún estaba el tipo ahí.

Que por cierto nos atendió cuando se le dio la gana, no entiendo como la gente es así, pero bueno, ha salido con los 4 frascos que mamá le pidió y de ahí nos fuimos a las materias primas, ahí a mamá se le quitó el mal humor pues logramos comprar su tan buscado aceite, así que ya caminamos un poco más lentas hacia la tienda donde aprovechó para comprar un kilo de mantequilla, que usa para comerla con pan tostado, creo que le gusta mucho pues no hace tanto tiempo compramos un kilo, pero bueno, es su gusto y debo respetarlo.

Después de eso nos hemos ido directamente al transporte que la lleva hacia su casa, no tuve tiempo de invitarla a comer pues quise aprovechar el tiempo e irme aprisa hacia las oficinas de hacienda, por supuesto ella quería acompañarme pero preferí que no fuera así, había que caminar mucho y hacer filas, así que la dejé en el transporte y de ahí me fui en metro hacia el centro, apenas y llegue, pero tuve que hacer fila de casi 2 horas solo para cambiar una contraseña, puedes creerlo?, esperé afuera muchísimo tiempo para que al entrar resolviera el “problema” en menos de 5 minutos.

Una vez que salí me anime a ir a Profuturo para cambiarme de afore, por suerte llevaba todos los papeles así que tomé el metrobus y me fui hasta la palma, de ahí a caminar y llegar a las oficinas, creo que me equivoque pues era más que nada un centro de reclutamiento y capacitación, por poco no me atienden pero logre que sí, así que he terminado todo lo que tenía en mente Alex, desde llevar a mamá hasta concluir con algunos pendientes, todo en un solo día.

Ni que te digo de lo cansada que he terminado, ni he ido al gimnasio pues llegue a casa pasadas las 7 de la noche, cansada y con bastante hambre.

Así que un baño y a la cama.

Sin embargo me has hecho tanta falta Alex, como todos los días.

Alex… ven por mi… TE AMO.

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