25 de diciembre de 2018

Yendo al cine

No se bien a que hora me he levantado Alex, pero se que ha sido tarde por como noté el sol, creo que al final perdí la noción de tiempo y me he dormido muy pero muy tarde, y cuando lo hice fui de inmediato al baño para seguirme directamente a la cocina y comer algo, una vez terminado vi un poco la televisión pero me aburrí bastante, eso de ver los típicos programas o películas navideñas, donde todos son felices, ya no va conmigo, así que le marque al ahijado para salir.

Así que fui a casa de los Chaves, pero como ya había comido rechace su invitación para comer recalentado, y nos fuimos directamente a la plaza, pero tuve la “magnifica” idea de volver con las Chávez para invitar a Fernanda al cine, solo que Eliza dijo que ella no sabia y al final fue Fernando quien dijo que ellos iban a ir otro día, por lo que le negaron el permiso, así que hoy es el último día que vuelvo a invitar a alguna de las hijas de Fernando a salir, creo que no “me perdonan” la vez que salí con Tere al cine y volvimos a pie, pero bueno.

Y de nuevo me ha pasado lo que nos sucedía en estas fechas Alex, pensé que no habría gente, pero si había, ya fuera en la plaza o en el cine, y lo comprobamos porque fuimos a la tienda a comprar frituras para meterlas de contrabando en el cine, como solíamos hacer nosotros Alex, te acuerdas?

Al final volvimos temprano a casa, creo que ni siquiera había oscurecido, pero bueno, me he pasado una tarde divertida con el ahijado, le he hablado mucho de ti, de lo que hacíamos juntos, de cuanto nos divertíamos, aunque, no lo niego Alex, hubieron momentos en los que casi me suelto a llorar pues te extraño muchísimo, en varias ocasiones no me funciono el truco de morderme la lengua y termine limpiándome una que otra lagrima con la escusa de que se me había metido algo al ojo, o por la alergia, aunque creo que eso ultimo no fue tan creíble.

Y termino el día en casa, hablando con mamá, sintiéndome triste y al final llorando tu ausencia, me haces muchísima falta Alex, no sabes cuánto, pero me alegro de ser yo quien padezca tu partida, se que para ti habría sido mucho más devastadora, al menos es lo que hoy creo.

Alex… ven ya por mi… TE AMO.

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