11 de diciembre de 2018

Sin poder ir a trabajar

Que feo es prepararse para ir a trabajar, salir con toda la actitud y tener que volver por culpa de los peregrinos, así comencé el día Alex, te explico, me levante temprano y antes de ir a trabajar pensé en ir por la constancia de mamá, por lo que tomé el metrobus que va al Rosario, aunque antes le pregunté al policía si aún podía pasar, porque bien se que a cierta hora cierran la circulación por las personas que están llegando para ir a la Basílica.

Bueno pues, le pregunté al policía y me dijo que iban a cerrar después de las 10 de la mañana, viendo la hora me daba tiempo suficiente para pasar, así que me fui a la estación, dejé que pasara un metrobus y me subí al otro, solo que llegando a Martin Carrera nos bajaron, de plano nos dijeron que ya no estaban dejando pasar, así que he gastado 6 pesos en balde, lo peor es que si me hubiera ido en el otro metrobus, si hubiera pasado, ni hablar.

Me baje y hable con Vic, le explique la situación y me dijo que no había problema y que me presentara hasta el viernes, pues entre hoy y mañana va a estar cañón poder salir de la colonia. Así que me regresé a casa caminando, me di cuenta cuanta gente ya estaba instalada en las calles para vender, el dichoso comercio informal Alex, y ya en casa aproveché para recostarme un poco.

Durante el día he ayudado a Cachito en su tienda, un poco complicado al principio pues su forma de organizarse es extraña, pensé que iba a tener que escribir todo lo que vendiera y ya luego ella distribuiría el dinero al final del día, pero no fue así, ella dispone de varios botecitos donde pone el dinero, dependiendo de lo que venda, el problema es cuando en una venta se involucran diferentes productos, ahí si ni como partir el billete, pero traté de adaptarme lo mejor que pude.

Por la tarde Blanca me invita a comer un par de tacos con Lupita, pero como estaba esperando a que llegara el señor de los garrafones con agua, pues se me han enfriado, además de que tuve que quitarle la salsa que le pusieron, ahí si me saque de onda pues bien saben que no como picante, en fin, como pude me los comí y, te confieso, que la salsa estaba buena, no picaba mucho, espero no me haga daño el picante a la hora de dormir.

Regreso a casa tarde Alex, este es uno de los tantos días que no me gustan, sobre todo porque cuando charlaba con el ahijado hablamos de ti, de cómo solíamos salir de peregrinos y las aventuras que tuvimos, con decirte que hasta llego un momento en el cual me dijo que si nos íbamos el y yo como peregrinos, en ese momento casi me suelto a llorar, solo pude decirle que quizá el año que viene.

La que estaba mas que lista para irse de peregrina fue Azul, varias veces me dijo que ella quería irse a caminar, pero creo que era más para comer, últimamente la veo muy gordita, pero bueno, yo no soy su madre ni nada.

Así que Alex, es un día más en el cual me has hecho tanta falta, termino el día extrañándote y llorando tu ausencia.

Alex… ven por mi… TE AMO.

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