24 de diciembre de 2018

Una navidad triste

Y llego un 24 de diciembre nuevamente Alex, uno más o menos sin ti, como quieras verlo Alex, como quedé de ir con mamá y quedarme en casa el fin de semana, me puse en camino, como si fuera un sábado más, llegue un poco tarde, pero llegue bien, pese a quería más que nada quedarme en casa y llorar tu ausencia, cuando llegue a casa de mamá ya tenía casi todo preparado, por lo que mi ayuda fue mínima, pese a todo trate de ayudarle en lo que ella me dijo.

He empezado limpiando los camarones que me dijo, justo cuando iba a la mitad me dijo que los ha comprado para mí, lo que me hizo tener una ligera sonrisa en los labios, ya que estoy segura que habríamos peleado hasta por el último camarón, una pelea sin tregua, pero llena de muchos besos y abrazos, aunque esta vez trate de no decir nada y mucho menos soltarme a llorar.

Un regalo de navidad me dijo que eran cuando íbamos ya en camino a que tomara el transporte para volver a casa, me he pasado casi todo el día con ella, fue ella quien me dijo que ya era hora de volver, sobre todo para evitar algún tipo de accidente, ya que con eso de las festividades mucha gente suele tomar alcohol y hasta salir a disparar al aire, sobre todo por sus rumbos.

Justo cuando iba pasando por la cacho tienda, me dieron ganas de saludar a Cachito, me pregunto cosas sin mucha importancia y me fui a la casa, para mi sorpresa me ha mandado un mensaje la comadre para invitarme a comer con ellas, según que no iban a hacer nada en especial pues la mayoría se lo iban a pasar con sus familias políticas, así que accedí pero he vuelto a casa antes de medianoche, no tenia muchas ganas de quedarme más con ellas, no se Alex, preferí quedarme sola en casa.

Ni te digo la falta que me haces Alex, ya en casa, sola, sin tener que contestar el teléfono, me he soltado a llorar, simplemente comencé a ver videos en internet para distraerme, pero ninguno me ha servido, puse películas y fue lo mismo, no deje de ver tu foto a la mínima provocación, hasta salí a caminar por el pasillo afuera de la casa y, he sentido un enorme vacío cuando vi las luces de tu casa apagadas, Cecilia y familia han ido de vacaciones a Mérida.

Duele mucho ya sentirme sin familia, sintiendo de nuevo ese sentimiento de no pertenecer a nadie.

FELIZ NAVIDADA ALEX, AMOR DE MI VIDA, TE EXTRAÑO… ven ya por mi… TE AMO.

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