25 de octubre de 2018

Preguntas incómodas

Vaya que ha sido un día para reír Alex, bueno más o menos, al menos creo que la pastilla me ayudó para poder dormir profundamente, aunque me costó trabajo conciliar el sueño, pero lo logre y eso me puso de buen humor, así que desde que me levanté lo hice bastante relajada, confieso que fue la llamada de la ratita la que me despertó del todo, me dijo que me tocaba el pago del patio en el chaparral, que si quería le podía dejar el dinero con tu hermana, preferí pasar a dejárselo y de ahí irme al trabajo.

Aunque llegue un poco tarde, tuve una jornada laboral bastante tranquila, solo que hoy Margarita estuvo de mal humor así que casi no hemos hablado, creo que anda en aras de enfermarse pues la vi ir al botiquín varias veces, el problema no ha sido ese Alex, si no que he comenzado con la molestia en la nariz, de plano me da comezón y he tenido un poco de flujo nasal, por suerte nada de color amarillo, así que quizá sea una alergia a algo, solo que no sé a qué.

Por la tarde he ido a acompañar, de nuevo, a la gemela, como que le da miedo o incomodidad, estar a solas con su maestro, por lo que accedí a acompañarla, y creo que tenia razón, de plano se ha puesto medio “perro” el maestro, que suerte la que tuve al cambiarme de grupo y horario cuando pude, con decirte que de buenas a primeras comenzó a cuestionarme con respecto a ella, que si tenia novio, que donde vivía, que con quien vivía, que cuanto tiempo tenemos de conocernos, etc.

Cuando le dije que si tenia novio, cosa que no es cierto, comenzó a preguntarme de mi, su pregunta fue directa y simplemente me dijo: “Tu tienes novio?”, a lo que inmediatamente respondí que sí y fue en ese momento que creo no me creyó del todo lo que le dije, por lo que me dijo que te llevara, a lo que respondí que tú ya sabias nadar.

Creo que en ese momento entro el modo de alerta en mi cerebro pues respondí con algunas negativas hasta que terminó por irse a atender su clase, que bueno solo consistía de 2 personas, entre ellas la gemela, pero bueno, lo chistoso ha sido que al terminar la clase e irnos al gimnasio le conté lo mismo a la gemela y ella comenzó a reírse y hablar en voz alta, cuando me percate que ahí estaba su maestro, vaya “oso” Alex, terminamos riéndonos el resto del camino al gimnasio.

Así que, como veras Alex, un día más que me haces falta para contarte todo esto y escucharte decir: “Ese tipo es un perro y solo quiere un momento de diversión con ustedes”. Bueno, en otras palabras.

Alex… TE AMO.

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