Vaya que hoy si he tenido un día ajetreado Alex, me he despertado a la hora de siempre, esperé un poco a la señora Maria para darle el dinero de la barrida del chaparral y pedirle que limpiara los cristales del cuarto de arriba, pero no llego y ya tenia que irme, así que le dejé una nota, de ahí le hable a mamá para avisarle que ya iba de salida y poder encontrarme con ella para irnos juntas a la clínica, solo que tuve que esperarla un buen rato pues coordinamos mal los tiempos, aunque ha sido preferible que yo la esperara a ella.
Ya en el metro sentí feo al verla agarrada con uñas y dientes, por fortuna una chica se apiadó de ella y pudo sentarse, a veces me desespera que sea así, siempre causando lastima, pero bueno, consiguió su objetivo y pudo irse sentada, muchas estaciones después pude sentarme también.
Y llegamos a tiempo a la consulta, ahí le dieron la medicina a mamá y pedimos el certificado de discapacidad, solo que su dichoso médico no quiso dárselo porque no llevábamos evidencia de la misma, así que tuvimos que ir con otra doctora quien amablemente nos lo facilitó, pero algo en mi me hizo dudar el documento, por lo que pasamos al centro de salud para checar que efectivamente funcionara para lo que tengo en mente.
Y mis sospechas fueron correctas, no funciona Alex, debe ser expedido por un médico con especialidad, así que tendremos que esperar a sus citas en el 1ero de Octubre para tratar de conseguirlas, es eso o pagar los 5 mil pesos que Carlos me dijo costaba todo el trámite.
Como eran ya casi las 2 de la tarde, pues perdimos mucho tiempo en el centro de salud, nos fuimos directamente a la tienda donde solía comprar mi mamá las materias primas, ahí pudimos conseguir los piñones frescos y demás cosas, lugar donde tardamos un poco más pues encontramos bastante gente y el chico que nos atendió estaba un poco lento, eso y que no le pedimos las cosas de un jalón, pero bueno.
Caminamos hacia el mercado para comprar el aceite que mamá quería, solo encontramos un frasco, teníamos pensado comprar al menos 4, pero ni modo, volvimos y pasamos a la farmacia, luego a una tienda donde venden bolsas y nos pusimos en camino hacia la base de peseras que llevan a casa de mamá, ahí fue donde olvidé que debía ir al banco, me vine acordando ya en el metro, vaya descuido.
Por más que hice no llegue a tiempo, ni hablar, ya mañana tramito lo que tengo que hacer, todo iba bien hasta que a mamá se le ocurrió abrir una botella de refresco, en lugar de volverla a cerrar cuando comenzó a burbujear dejo que saliera el líquido y termino mojada.
Ya en casa he comido un poco y fui a mi primera clase de natación después de 2 meses, creo que he perdido la condición Alex, no he podido casi “nadar”, pero al menos comprobé que lo poco aprendido no lo he olvidado, pude flotar y eso ya es ganancia.
Termino el día muy cansada y con ganas de verte.
Alex… no puedo más… ven ya por mi… TE AMO.
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