15 de agosto de 2018

89 Meses

Si pudiera eliminar este día del calendario lo haría sin pensarlo, pero no puedo Alex, más que nada porque no tengo el poder además de que es el día que pagan para muchos, hasta para mí, así que me siento a ver pasar el día, tratar de no sentirme mal y seguir de este lado hasta que vengas por mí, cuando será eso?

El día en la oficina ha estado sumamente tranquilo, aunque he notado a Margarita bastante seria, la verdad no sé, ni quiero andar preguntando, menos hoy, lo que le pase, pero casi no hemos cruzado palabra, cada quien en lo suyo y todos “felices”, al menos es lo que pienso.

A la casa he llegado temprano pues salí a las 5 en punto de la oficina, un día normal para los demás, menos para mí, y esta vez me he exigido no pensar tanto en el día, no echarle mas sal a la herida, o como quieras llamarlo Alex, de hecho, ni siquiera he publicado algo en tu muro, solo he dejado que las horas pasen sin causarme más daño.

Llegué a casa, dejé mis cosas y me he ido al gimnasio, hoy Christian me ha entrenado, aunque noté un poco sencilla la rutina, la he sentido intensa, y terminé bastante mojada de la playera, como hace tiempo no lo hacía, he terminado a tiempo, charlando un poco con las gemelas y yéndome a casa sola, tan sola como desde hace 89 meses, quizá un poco más.

He charlado con mamá, como todos los días, cené y traté de distraerme mirando algo en la televisión, pero no me preguntes que ha sido, simplemente no lo recuerdo, solo se que me siento cansada, me iré a preparar un sándwich, que me recuerda debo comprar más, y me acostaré.

89 meses ya Alex, tantos meses he soportado tu partida, muchísimo tiempo ha pasado desde aquel momento en que te vi vivo por última vez, desde ese momento en el que me dijeron que ya no estabas aquí a mi lado, desde ese momento en que comencé a morir poco a poco.

Me siento mal, no lo niego, me siento sola, muy sola y, pese a todos estos meses, te sigo esperando, cada noche miro la puerta con la ilusión de verte llegar, verte bajar de tu coche y saludarme, como solías hacer, para después recibirte con un dulce beso, como extraño eso Alex.

Alex… no hay palabras… no puedo más… TE AMO.

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