3 de agosto de 2018

Comprando flores

Salir de la cama comienza a ser una tarea titánica, sobre todo porque no he descansado del todo Alex, aunque las tardes son frías y hasta con lluvia, he tenido las noches calurosas, imagina que me despierto a media noche para agitar la cobija pues siento mucho calor, pero hoy lo he hecho en repetidas ocasiones, y eso que solo duermo con una cobija y una franela que termina hecha bolas a un lado.

Por suerte he tenido un día muy tranquilo en la oficina, Vic ha estado muy metido en sus cosas, al igual que Margarita, de hecho, todos estamos enfocados en nuestros asuntos, en lo personal, puedo decirte que me desespero con el tema del respaldo de los cds de la casa, por más que traigo no le veo fin, comienzo a pensar que debí haberlos vendido, solo que a qué precio?

Ya en casa, me apuré para pasar por tu hermana e irnos a comprar flores, me alegra que ande tan relajada, hemos charlado de cosas sin importancia, tanto de ida como de regreso, todo ha estado muy tranquilo, espero pueda durar así mucho tiempo Alex, no me gusta estar tensa con tu familia.

Esta vez he comprado flores amarillas y blancas, de las que usualmente compro, a mamá le he comprado un ramo de clavellinas de dos colores, además de uno blanco para su comadre pues en días pasados me ha mandado dos pedazos de pizza caseras, que por cierto estuvieron ricas, pero me llenaron bastante.

El regreso he estado muy tranquilo, pese a que no nos llovió, tuvimos que soportar un poco el tráfico, más de lo normal, pero bueno, hemos llegado temprano a casa, y he quedado con ella de hablarle mañana en cuanto llegue de con mi mamá para irnos temprano a llevarte flores, y bueno Alex, ya ni para que enojarme, se que aunque le llame ella va a salir tarde, como siempre, pero así es ella, siempre andando de aquí para allá con mil cosas que hacer.

El único pero ha sido que me ha pedido acompañarla a comprar una torta al pastor, cuando llegamos me dijo: “Quieres una?, ahh pero tu ya no comes esto, estás a dieta”, ni tiempo me dio a aceptar o rechazar la oferta, solo me quedó decirle: “Aquí te espero”, y bueno, aunque iba a rechazar la oferta, creo que un par de tacos si me hubiera comido, pero bueno.

Me haces tanta falta Alex… ven ya por mi… TE AMO.

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