4 de julio de 2018

Tus botas

Antes de irme a la oficina he aprovechado para hacer algunos pagos Alex, el primero ha sido pagar el teléfono de mamá, ahí no tuve ningún problema, lo siguiente era ir al banco, ahí tuve que volver a casa pues olvidé la tarjeta, de ahí a hacer las operaciones en el banco e irme a pagar la luz.

Como estaba el chico con el que me llevo bien, le pregunté como cambiar el recibo a mi nombre, me dijo que documentos debía llevar aunque al final accedió solo con mi ife, solo que para hacerlo me iban a cobrar 180 pesos, que me iban a cobrar en el siguiente recibo y se iban a quedar en garantía y podía reclamarlo al momento de cancelar el contrato, créeme que lo pensé unos minutos y al final preferí dejar las cosas así, total, no es algo que me quite el sueño.

De ahí me he ido directo a la oficina, por suerte es día en el que Vic hizo ejercicio, así que cuando llegué él no estaba, así que no tuve que dar explicaciones, al poco tiempo llegó Margarita, quien estuvo muy atareada con sus cosas y casi no hemos hablado, solo interactuamos las veces que tuve que pasarle alguna llamadatelefónica, de ahí en fuera se lo paso bastante seria.

Por la tarde me ha comentado David que ayer te ha dado las gracias y pensó mucho en ti, pues salió a andar en moto y se ha derrapado, de no ser porque traía puesta un par de botas que le di, se hubiera roto el tobillo, me dijo que le protegieron bien y solo se ensuciaron, pero que la moto cayó directamente en su tobillo. En broma le he dicho que en ese caso deberá rezarte y ponerte una veladora en agradecimiento, y aunque fue más en broma me dijo que si lo iba a hacer.

De su accidente solo le quedo una pompa morada y un raspón en la rodilla, además de una herida en una mano, aunque según sus cálculos ese accidente era para terminar en el hospital con un pie roto.

Así que de alguna manera tus zapatos hicieron su obra buena.

Termino el día sintiéndome triste Alex, me haces tanta falta, ojalá tuviera la misma suerte que David, ojalá tus pertenencias me cuidaran y me dieran suerte, aunque deba desprenderme de ellas, al menos tus zapatos los está usando alguien a quien aprecio mucho como amigo.

Alex… no puedo más… ven ya por mi… TE AMO.

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