15 de julio de 2018

88 Meses y tus camisas

Odio los días como hoy Alex, no solo por la fecha, si no por todo lo que conlleva esta fecha, así que desde el momento que desperté tuve esa sensación de vacío y soledad que me acompañaron todo el día, pese a que traté de ocuparme, hasta llegue en irte a llevar una flor, pero tu imagen me vino a la mente con una negativa y pidiéndome que me quedara en casa, y así lo hice Alex, se que para ti el ir a ese lugar constantemente y ponerte flores es enfermizo, muchas veces me lo dijiste así que he tratado de ya no hacerlo, además de que no he ido a comprar flores con tu hermana por x o y.

Desayuné unos tamales y comencé a lavar la ropa, aproveché para sacar las cobijas que ayer lave para que les diera un poco de sol, lavé la colcha que uso para cubrir el colchón, así como la sabana, sobre todo dejar todo limpio y remojando para cuando David llegara.

Como me mandó un mensaje de que iba a hacer algunas otras cosas pues aproveché para tender las fundas de las almohadas, las toallas y cosas medianamente pesadas, esas que siempre me decías les debía de dar sol para que no se apestaran, así que solo he dejado mi ropa en suavitel y me senté a esperar su llegada.

Al final hasta he podido comer un poco pues llego pasadas las 4 de la tarde, espero que nadie lo haya visto entrar o salir de casa y así evitarme dar explicaciones, aunque no tengo que darlas Alex, soy una mujer adulta y pago mis cuentas, pero bueno, ya vez como es tu familia, prefiero evitar los malentendidos.

Hablamos un buen rato hasta que me armé de valor y comenzamos a revisar tu ropa, sin pensarlo me vi sacando los porta trajes que tenias y descubriendo las camisas que compraste en Jalisco, esas de las que en su momento se me hicieron un poco feas, sin embargo hoy todo parecía hermoso, cada prenda que saque me trajo recuerdos y terminé llorando frente a un David que no supo como consolarme, pude ver su reacción con cada lágrima, afortunadamente me ha dado espacio y pude llorar un poco o más bien mucho.

Le conté algunas anécdotas, pero cada vez que trataba de hablar las lágrimas se acumulaban en los ojos, varias veces tuve que sentarme y respirar un poco para continuar, algunas de tus camisas no le quedaron, y ninguno de tus pantalones pues David está bastante pasado de peso, así que me he dado cuenta de que realmente no estaban tan gordito como pensé Alex, estabas bien y guapísimo para mí.

Al final se ha llevado las camisas que compraste en Jalisco, las de algodón y dos que tres grandes, no hemos vaciado gran cosa, pero algo es algo, terminó con una bolsa y su mochila llenas, espero que en verdad las aprecie como lo hiciste tú.

Antes de que comenzara a llover lo he acompañado al metrobus, aproveché para tirar mi basura, espero que nadie nos haya visto Alex, no quiero dar explicaciones.

Ha dolido bastante, aún y cuando hace horas se fue no dejo de llorar, ver como camisas que te gustaban y nunca usaste las he tenido que regalar me dolió bastante Alex, pero para que conservarlas Alex si no las voy a usar, y sobre todo no las vas a usar tú.

Habrías llorado igual de estar en mi lugar?

Son ya 88 meses sin estar juntos… no puedo más… realmente no puedo Alex.

Alex… no puedo más, ven por mi… no quiero tomar una mala decisión, no quiero abrir la puerta falsa… ven ya… te lo suplico… TE AMO.

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