29 de julio de 2018

Escombrando el closet

Este día no ha sido nada bueno Alex, comencé con la idea de salir a andar en bici, solo que el sol hizo que me quedara, la última vez que salí así terminé toda quemada y la piel me ardió por días, así que preferí quedarme en casa mirando alguna serie de televisión.

Pensé que sería un día normal, un poco aburrido, pero no fue así, mientras lavaba recibí un mensaje del Pato, tu amigo, diciendo que llegaba en unas horas a la casa, así que me apresuré a lavar mi ropa sucia, dejar la casa presentable y cambiar las cobijas de la cama, pensé que eso sería suficiente para recibirlo, pero me equivoque.

Antes de que llegara decidí comer algo, seguramente el hizo lo mismo, pues cuando llego no me aceptó ni un vaso con agua, me dijo que comió algo en su congregación, ahora es una persona de fe, al menos es lo que creo Alex, pues está muy involucrado en su iglesia, sinceramente no se que culpas trate de exonerar, la verdad no me interesa, pero creo que está muy relacionado con su padre y con Anabel, pero bueno.

Así que pasamos al closet, lo abrí y poco a poco fui sacando tu ropa, ahí hicimos dos pilas Alex, la ropa que le gusto a el y la que no, casi toda le gusto y mientras charlábamos las lágrimas no dejaron de fluir, tuve que parar en varias ocasiones, como lo hago ahora mientras escribo, pues comencé a llorar bastante, con cada prenda que sacaba era como desgarrarme un poco más lo que me queda de alma, fueron horas de dolor Alex, de contarle historias, de apilar la ropa, de tomarles foto para preservarlas en la memoria.

Y luego ver como las doblaba y metía en una enorme mochila, ver tus trajes, camisas, pantalones y hasta tu esmoquin ha sido tan difícil. A diferencia de David que me consoló cuando le di un poco de tu ropa, el Pato ha dejado que llorara, escuchó o medio entendió las historias que le conté, creo que hubo un momento en el cual también quiso llorar, pero se aguantó.

Me dijo que iba a darle un poco de tu ropa a sus primos, que están en situación muy precaria, cuando lo escuche quise decirle que no lo hiciera, que tu ropa solo la puede usar el, aunque no le quede del todo, quise volver a meter tu ropa en su lugar, quise gritar y lloré.

Ha tenido que irse en un uber a su casa, Anita se lo ha pedido, iba bastante muy cargado Alex, de tu ropa, de mis recuerdos y mi dolor.

Alex… no puedo más… TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario