El pastel regalado

Como ayer pasé a la Basílica a comprar alcohol y llevarme una botella con agua bendita para Margarita, hoy cuando llegó me dio un contenedor, de esos donde cabe un sándwich, que su mamá me envió en agradecimiento por el agua, así que imaginaras lo mal que me sentí cuando me lo dio, si supiera, pero mejor lo omito.

Le he contado que terminé toda mojada, cosa cierta, y le sugerí tener un embace exclusivo para el agua bendita, entre broma y broma me dijo que me iba a traer un garrafón de agua, y como respuesta le dije que sí, aunque me viera muy chistosa llevando un garrafón con agua y pidiéndole al sacerdote que la bendiga, y decirle que vivo tan lejos que no puedo ir tan seguido como quisiera, me imaginé caminando hasta con el diablito, y sabes que soy capaz de hacerlo.

El resto del día se ha pasado rápido, me he ido a casa temprano y aproveché para hacer ejercicio sin tanta gente, así que, para finalizar, también he llegado temprano a casa, aunque confieso que me sentí muy cansada en el gimnasio, por fortuna el cansancio se fue quitando poco a poco y pude terminar justo a tiempo.

Últimamente veo mucha gente, y en lugar de hacer las cosas bien solo quitan el tiempo pues debes esperar que terminen de usar el equipo para tu usarlo, es decir, una chica estaba usando las mismas mancuernas que yo, así que las alternamos, solo que yo terminaba rápido y ella no.

Sin olvidar a las mujeres que van a ligar, los que solo toman fotos y, por supuesto, a los fortachones que dejan todo regado, como si estuvieran en casa, ya me imagino como han de tener su casa, o sus cuartos pues también hay jóvenes, pero bueno, al menos trato de usar las cosas y ponerlas en su lugar cuando termino.

Te cuento, además, que he comenzado a ver una serie española, de presas, al principio me dio flojera, pero creo que me estoy picando con la serie, además confío en el juicio de Margarita, quien me la recomendó hace tiempo.

Justo ahora es cuando más me pesa estar sola, me haces muchísima falta Alex, extraño tantas cosas de ti, sobre todo el contarte mis cosas, el enojarme con tus frascos, el escuchar tus historias y terminar investigando para tener charlas nocturnas, el hacerte de comer, el enojarme por la mesa llena.

Simplemente extraño todo de ti Alex… ven ya por mi… me haces tanta falta… TE AMO.