1 de abril de 2018

La feria de la nieve

Como ayer me quedé de ver con Belén y David para ir a la feria de la nieve me he despertado temprano para lavar y dejar la casa un poco limpia, así que a las 7.30 de la mañana ya estaba levantada, desayunando y juntando la ropa para lavar, por fortuna no he tenido tanta y con una sola lavadora ha quedado, pero como es ropa de uso diario he tenido que darle dos pasadas, ósea dos ciclos de lavado para que toda la mugre saliera, sobre todo el sudor.

Curiosamente nos hemos quedado de ver justo enfrente del departamento del Ing. Harper, solo que esta vez el viaje se me ha hecho muy lento, o tedioso, vaya que aunque recorrí la misma distancia se me hizo más pesado que otras ocasiones, no sé por qué pero bueno.

Lo malo ha sido que llegaron sumamente tarde, y de estar ahí al cuarto para las doce, para llegar más o menos puntual, terminé esperando mas de 1 hora con casi 20 minutos, estuve a punto de decirles que mejor se fueran solos y regresar a casa, ha sido una lastima que no se encontrara en su departamento el Ing. Harper, de haber estado habría pasado a tomar una taza con café y disfrutar sus historias, pero no estaba ya que se quedó unos días con su familia, cosa que es bueno para todos, pasar tiempo con la familia, quizá sea bueno comenzar a acercarme a la mía, no crees?

Al final, ya casi cuando me iba a ir, aparecieron, así que nos pusimos en camino para ir a la feria de la nieve y sabes Alex, es uno de los tantos lugares que habíamos ido juntos, el camino se me hizo tan conocido, el cómo recorrimos esos caminos en el monzi y lo lejos que se nos hizo, al final las nieves no valieron la pena como pensábamos, cosa que sucedió lo mismo esta vez, aunque por más que te busque no te encontré por ninguna parte.

Te imaginé probando de nuevo la nieve de veneno de víbora, la de camarón que nos dio un poco de asco al igual que la de mole, te extrañé tanto Alex, que por un momento tuve que detenerme, bajar la mirada y enjuagarme las lágrimas que amenazaban con salir y delatar mi estado de ánimo que procuré ocultarles.

Hasta eso Alex, hemos pasado unos momentos agradables, aunque hago mal tercio nunca me han hecho sentirme incómoda, comimos muchísima nieve, tanto que llego el momento en el cual casi vomito, caminamos por todo el lugar y mientras Belén comía tacos, David y yo preferimos pescado, bueno el comió un filete y yo 3 quesadillas, espero que a ninguno nos haga daño, sobre todo porque ha sido mi elección a la hora de comer.

El regreso ha sido un poco caótico, pues, aunque salimos temprano de la feria, nos topamos con muchísimo tráfico, tanto que hasta pude comprar una sandía a 20 pesos, puedes creerlo?, por fortuna llevaba mi mochilita y no ha sido pesado cargarla a casa.

Afortunadamente David cambió la ruta de regreso y me han dejado en el metro Morelos, así que esperé una pesera y me vine a la casa, confieso que disfruté el paseo, pero por momentos la melancolía me invadió y te extrañé muchísimo Alex

Ya en casa he terminado de lavar, esta vez me aseguré de que la secadora prendiera y evitar lo de la semana pasada, y como el piso estaba medio sucio le he dado una mediana trapeada mientras charlaba con mamá.

Te extraño tanto Alex… ven ya por mi… no puedo más… TE AMO.

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