10 de abril de 2018

El otro toner

Hoy, durante la jornada laboral, he podido hacer que el señor que rellena toners viniera a la oficina, por suerte estaba ya Vic en la oficina y pudo darme el dinero para liquidarle, aunque yo le hubiera pedido un descuento pues en dos ocasiones me dijo que iba a venir y nada, la primera vez quedó muy formal de pasar por el tóner, luego dijo que tenía muchas cosas que hacer y pasaría el siguiente día, que, por supuesto no hizo, pero bueno.

Todo iba bien hasta que me dijo el costo final, resulta que, por rellenarlo, que no lo hizo hasta el tope, medio limpiar la pieza y cambiarle el chip terminó siendo lo mismo que costó el nuevo, puedes creerlo Alex?, por supuesto le comenté lo mismo a Vic solo que lo agarre medio ocupado y no prestó mucha atención.

Últimamente lo he notado estresado, hace poco medio me comentó que había comprado unas chamarras para las personas en la oficina, solo que no me dio detalles, y además no he querido preguntar, sigo pensando en ese comentario que hizo hace ya mucho tiempo, espero que la percepción que tenga de mi haya cambiado en este tiempo, y no es que me importe lo que la gente piense de mi Alex, pero Vic es una persona importante en mi vida, finalmente sigo pensando que es un ángel de la guardia que me dejaste antes de partir.

Entre otras cosas he tratado de compartir la impresora que Vic tiene conectada en su computadora, en red por así decirlo, solo que no tuve libertad de usar su laptop y además tiene mucha información en ella que dudo quiera compartir, como verás es bastante quisquilloso en ese tema, y quien no.

Por la tarde he ido al gimnasio, traté de hacer la rutina sin interrupciones para volver temprano a la oficina y mientras regaba las flores he estado charlando con mamá. No me ha dicho nada nuevo, solo los chismes de siempre, más que nada sobre la familia de su hermana, la que vive en el estado, que si sus hijos, que si sus nietos, al final puro chisme donde tuve que darle el avión varias veces, así como ella me lo da cuando le recrimino algo.

Termino el día como siempre, deseando que estuvieras a mi lado, o mejor aún Alex, deseando que estemos juntos, porque donde estás ya no sientes dolor al caminar.

Alex… ven ya por mi… TE AMO.

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