25 de abril de 2018

El bote de tapones

Hoy he tenido un día bastante normal, aunque cuando llegó Vic a la oficina y se metió a bañar hemos aprovechado Margarita y yo para ir a la tienda, y como iba a comprar muchas cosas pesadas preferí llevarme el diablito de la empresa, aunque al final me arrepentí de no haberme llevado una caja ya que pensé que sería fácil encontrar una allá, gran error Alex.

Las compras las hicimos rápido, y como te dije, tuve que conseguir una caja pues no pudieron regalarme ninguna, por fortuna en la tienda de perfumes estaban desechando dos, así que pedí una y con ayuda de Margarita, acomodé todo y nos regresamos a la oficina. El llevar el diablito fue de mucha utilidad Alex pues de lo contrario habríamos llegado con las manos lastimadas.

Ya en la oficina acomode un poco en bolsas y otro tanto me lo iré llevando poco a poco en la mochila que estoy usando, pues me he estado viniendo en transporte público, ya sabes Alex, por el miedo a que de nuevo me roben los tapones, sobre todo porque he estado viendo los coches en la periferia y a la mayoría les faltan los tapones que robaron, puedes creerlo?

Ya en casa, fui al gimnasio pero volví temprano, por lo que me puse a limpiar un poco el closet, más que nada la parte donde guardamos cosas de cuidado personal, ni te imaginas la de basura que saque, entre cremas ya podridas, frascos vacíos y un sinfín de porquerías que teníamos ahí Alex, lo más doloroso ha sido deshacerme del bote con los tapones, aquellos que solíamos usar mucho, lo pensé por varios minutos, quedarme con algunos pues tenían parte de ti, de mí, de aquel mundo que construimos juntos y el cual poco a poco se me cae a pedazos.

Finalmente ganó la prudencia y terminé poniendo aquel bote de tapones en una bolsa, junto con lo demás que debo tirar, al final fueron dos bolsas llenas de basura, recuerdos, simplemente de escombros de ese mundo que construimos Alex, y lloré bastante.

Me quede sentada en la orilla de la cama, en espera de sentirte, de verte, de saber que todo va a estar bien, pero no Alex, solo estaba yo en ese cuarto, con mis recuerdos, con tristeza, con melancolía y con ganas de abrazarte.

Tantas cosas Alex… duele mucho… ven ya por mi… no puedo más… TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario