17 de marzo de 2018

Un sábado tranquilo

Sábado de ir con mamá, me he apresurado un poco pues me quedé dormida, así que he llevado dinero extra para tomar dos peceras, una que me acerque al sitio de la segunda y poder llegar rápido, por suerte el metrobus se ha ido rápido, con decirte que alcanzamos a dos más que iban un poco lentos.

Como siempre, vamos al rodante después de desayunar, aunque creo que llegamos temprano pues no compramos mucho, de hecho, casi no compramos fruta pues con el calor se madura muy rápido y terminamos tragándola o a veces hasta tirándola, lo que no es muy bueno Alex pues hay tanta gente que no tiene dinero para comprar, pero bueno.

He vuelto a casa temprano y vi algunos mensajes del Ing. Harper, en los que me rogaba fuera a su departamento pues teníamos mucho que hablar, cosa que hice después de darme un largo baño y perder el tiempo.

Al llegar sentí feo pues lo vi muy decaído, casi se me arrodilla disculpándose por su comentario, me ha dicho que ha pasado malos días, entre el dolor de su cuerpo, el arrepentimiento por el mensaje y la demanda que tiene con uno de sus sobrinos.

Y como la charla fue larga ha pedido una pizza para comer, no hemos salido y de hecho ni siquiera mirado la televisión, hemos hablado bastante y como bien sabes, le hice saber lo mal que me hizo el leer ese mensaje, lo que ocasiono en mí y los malos momentos que pasé en la semana.

Realmente lo sentí arrepentido y esta vez, aunque me ofreció muchas veces disculpas, no dije nada y trataré de dejarlo pasar, aunque bien se no será la primera ocasión, espero no sean muchas, aunque una persona de edad avanzada es necia y terca, y bueno yo no canto mal las rancheras en ese punto.

Independientemente de todo me siento triste Alex, al volver a casa me encontré una camioneta estacionada enfrente de la casa, estorbando la entrada, pero ya después me dijo el vecino Eduardo que era familia de él y se tomó la libertad de ponerla ahí, si me estorbaba la quitaba de inmediato, solo me quedó sonreír y decirle que no había problema.

Ya en casa comencé a llorar Alex, realmente me haces falta, tus besos, tus abrazos, tus consejos y hasta tus regaños, donde estas?

Alex… ven por mi… sigo esperándote… TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario