7 de marzo de 2018

Los manuales y el salmón.

He preferido levantarme temprano e ir al poli antes de las 10 de la mañana, sobre todo porque ha estado haciendo mucho sol y eso de andar en la calle sudando no me gusta, así que a las 9.30 de la mañana me puse en camino hacia el metrobus, se me hizo extraño no ver abierta la cacho tienda o el negocio de Fernando, sinceramente pensé que algo malo había ocurrido, por fortuna me topé con Fernando en la parada y me dijo que él había ido a una junta escolar de Fernanda y Cachito aún estaba dormida, que todo estaba bien, me alegró saber eso.

Cuando llegue al local donde imprimí la última vez los manuales para el curso de Sergio, me topé con un poco de gente, compre los separadores y armé las impresiones yo sola, pues la chica estaba atendiendo a otros clientes, al momento de solicitarle las copias de las credenciales de mamá se negó a sacarlas a color diciendo que era ilegal, ni hablar, llegue a pensar que no iba a poder sacarlas.

Al terminar he ido a otro local, con la idea de escanear las credenciales y mezclarlas en un documento para imprimirlas, pero me topé con un chico que me atendía en otro local hace tiempo, muy amable me ofreció sus servicios mientras “reparaba” su impresora a color, cuando le mencioné que quería sacar copia a color de las credenciales me dijo que nadie iba a hacerlo por ser un poco ilegal y que era una lástima que su impresora a color no funcionara.

Mientras charlaba con él tuve la suerte de que pudiera corregir el problema, así que terminé sacando varias impresiones, aunque terminé pagando 50 pesos por 6 copias a color en impresora láser, así que solo queda recortarlas y enmicarlas con mica dura y listo.

Así que terminé mis pendientes temprano y me regresé a la casa, no me he sentido bien, así que he dormido unas pocas horas por la tarde, me he despertado a tiempo para ir al gimnasio, al volver pasé con Fernando para que apagara las luces del coche que está guardando en el patío, al principio traté de hacerlo, pero no encontré de donde se apagaban.

Cuando se fue aproveché para ir al centro comercial y comprar salmón Alex, ese que tanto me gusta, aproveché en llevarme la tarjeta de mamá y comprar 10 paquetes, afortunadamente no tuve problemas al momento de pagar y ya de regreso le comenté a mamá lo que había hecho, por fortuna ella tampoco me ha dicho nada, solo espero no enfermarme pues apenas me quité a ropa mojada y salí de la casa con un poco de frío.

Alex… te extraño muchísimo… ven ya por mi… TE AMO.

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