Pensé que tendría un viernes normal, como cualquier otro, con la diferencia de que hoy he ido con Cecilia por las flores, pero todo cambio con un simple comentario, uno que me cimbro toda Alex, te cuento más a detalle.
Comencé el día de forma normal, levantándome cuando sonó la alarma del despertador, pero esta vez me quedé un poco más en la cama, lo único que hice fue bajar a quitar el pasador de la puerta para luego recostarme un poco más, quedarme hasta las 9 de la mañana en la cama y luego prepararme para irme al centro pues ayer quedé con Vic de que iría a comprar un disco duro y las tarjetas de presentación para Sergio.
Afortunadamente pude irme en el trolebús, tuve suerte de que en la parada del metro mucha gente se bajara y poder sentarme en una sección donde no daba mucho el sol, ya que últimamente el sol ha estado bastante intenso, pero bueno, el trayecto resulto bastante complicado pues están por inaugurar la nueva ruta del metrobus, la que va hasta el auditorio y usa camiones de dos pisos, que espero pronto poder subirme y ver que tal.
Pero como te digo, de la hora acostumbrada que solía hacer, terminé haciendo poco más, esta vez fueron como 1 hora con 10 o 15 minutos más, me baje y caminé por la alameda para dirigirme primero a la imprenta y encargar las tarjetas de presentación, ahí me atendieron muy amables, como siempre y pedí que me las entregaran más temprano de lo que me dijeron, afortunadamente accedieron y quede de pasar por las tarjetas a la 1.30 de la tarde.
De ahí a comprar el disco duro, solo que esta vez ya no busque el precio más económico, he ido directamente al mismo lugar donde compre el disco duro para la casa, el que uso para respaldar tanto cd y dvd que tenemos, al final me decidí por uno anti toto, bueno menos anti robo, pero si al polvo, caídas y con 3 años de garantía.
El trayecto que recorrí para volver lo usé para buscar una Tablet, solo la encontré en un lugar, pero si no te fijas terminas comprando basura, vi la misma que consulté por internet, pero por unos 800 pesos más, y eso que me la rebajaban por los pequeños detalles que tenía, seguramente por el uso, pero bueno.
He vuelto a casa bastante cansada, con bastante sed y hambre, pero sobre todo antes de las 3 de la tarde, aproveché para ver un poco la televisión y seguir con el respaldo de los cds, a las 5.30 de la tarde he pasado por Cecilia para irnos a comprar las flores, al llegar vimos que casi no había camiones, de hecho, ni los habituales, así que compramos claveles, que son los más duraderos en estos tiempos de calor.
Fue justo de regreso cuando Cecilia me dijo simplemente: “Andrea se va a ir a Alemania a mediados de mes”, la noticia me ha caído como balde de agua fría, por una parte me cimbró Alex, por un segundo volví a la época en la que tú me dijiste lo mismo: “Me mandan a Alemania por trabajo”, el tiempo que le dedicamos para preparar tu viaje y tantas otras cosas, luego pensé en que tus sobrinos, de alguna manera o de otra están siguiendo tus pasos, como el viajar, afianzar la familia, entre otras cosas.
Mientras Cecilia enjuagaba sus lágrimas le he dicho que todos en el cielo han de estar felices por esa noticia, Alfredo orgullosísimo de su hija, ni que decir de Doña Celia y por supuesto tú, que de estar acá estarías dándole N consejos para el viaje y lugares que visitar, sobre todo porque piensa irse unos días a Francia e Inglaterra, puedes imaginarlo?
Aunque no tengamos la misma relación de antes, me siento orgullosa por ella, como le dije a tu hermana, ella es una niña buena y se merece toda la felicidad del mundo, aunque yo solo la vea desde lejos.
Alex… termino el día llorándote… me haces tanta falta… ven ya por mi… TE AMO.
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