29 de enero de 2018

Regalando las flores

He estado muy cansada al despertar, además no pude tener uno de esos baños reparadores Alex, sucede que, quizá por el frío, la temperatura del boiler no se mantiene y he pasado por minutos con agua muy calientes, otros tibios y al final casi estaba helada el agua, por lo que creo que tendré que buscar a Clemente para que le haga mantenimiento.

Y aunque he buscado un poco del tema por internet no me animo a hacerlo, como bien dice Vic: “Zapatero a tu zapato”, espero mañana no termine bañándome con agua helada como hoy, y creo que me ha servido un poco pues al salir de casa no he sentido tanto frío como otras personas, aunque si hace frío Alex, he tenido que ponerme un suéter y sudadera al salir de casa.

Mientras me preparaba me topé con la sorpresa de que la ratita por fin se dignó a ir a la casa y hacer la limpieza, aunque creo que es más para que Cecilia y yo le demos su “navidad”, como me dijo hace ya unos días, así que la dejé haciendo la limpieza y me fui al trabajo, por suerte solo tenía que ponerme una bufanda y listo.

En la oficina todos hemos estado con frío, bueno decir todos me refiero a Don Jorge, Omar, Vic y yo, los demás quien sabe dónde anden, de la única que se más o menos es de Margarita, los demás quien sabe y la verdad ni ganas de preguntarle a Vic.

Pero como se ha ido temprano he podido salirme antes de la oficina, últimamente ha estado yendo a una empresa que se llama Ingram, a la que alguna vez me mandó y que antes se me hacia un trayecto enorme, quien iba a pensar que sería el mismo trayecto que recorrería para visitar a Harper y que ahora se me hace corto, pero bueno.

Al pasar por la cacho tienda me enteré que Cecilia no había pasado por ahí en todo el fin de semana y aún estaban ahí las flores que te compre Alex, como tengo en casa las mismas terminé regalándoselas a ella, ni hablar, 50 pesos tirados a la basura, y lo peor no ha sido eso, si no el mal sabor de boca pues según Cecilia me estuvo llamando mucho para irnos juntas el domingo a llevarte las flores, así que le mostré a Cachito las llamadas que yo le hice y al parecer ella no las escuchó por estar tendiendo su ropa.

Espero que este no sea un motivo por el cual luego me vayan a recriminar, sigo pensando en eso de que ella piensa vender la Arena, ojalá y de corazón lo digo Alex, ojalá pueda comprarlo.

Alex… ven por mi… no tardes… no puedo más… TE AMO.

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