15 de enero de 2018

82 Meses

Quise correr, quise no salir de casa, quise borrar este día, quise llorar, sin embargo, salí de casa como cualquier otro día, con la pena acuestas y una mochila con mi comida para más tarde. Caminé por la calle hasta el metrobus, justo al entrar desistí tirar mi bolsa de basura porque había bastantes policías y temí que me dijeran algo, así que me la llevé conmigo hasta que bajé en consulado y pude deshacerme de ella.

Tuve la suerte de que el pesero estuviera esperando el semáforo por lo que caminé poco y me subí en el, así que llegue temprano a la oficina, al entrar descubrí que pude haber llegado más tarde pues Vic no fue a la oficina, poco después de las 11 de la mañana supimos que andaba en Altamira, no se bien a que haya ido pero Margarita y yo hicimos algunas especulaciones y llegamos a la conclusión que quizá se fue de viaje por lo menos unos 2 días.

A las 4 de la tarde nos fuimos de la oficina, esta vez caminamos hasta el metro canal del norte donde Margarita se fue en metro y yo en pesero hacia la casa, mientras caminaba he pensado mucho en ti Alex, en como desearía borrar este día de todos los calendarios del mundo, también pensé en Hugo, en Pedro, en el Doc Juan Manuel y en todas aquellas personas que me han dejado.

Y llore mientras caminaba por el camellón, lloré hasta que tuve la necesidad de limpiar mis lágrimas para no dar explicaciones, llore por sentirme sola, por que no estas a mi lado, porque quizá este año deba despedirme de ese lugar donde fui feliz contigo, por no saber que hacer, lloré por ser yo, por no ser la de antes, por tatas cosas Alex.

Para colmo, al llegar a casa, noté que la ratita no había ido, así que me puse a hacer la limpieza, no tan profunda como ella lo hace, lave los trastes, limpie las mesas, el lavabo del baño, lave el piso de la regadera y un poco la taza del baño, barrí y trapee la casa, mientras lo hacia traté de no pensar, de no sentir, de solo enfocarme en lo que hacía, de solo limpiar.

A las 6 de la tarde ya estaba en el gimnasio, por suerte tengo la rutina de esta semana, así que comencé a ejercitarme, lo curioso es que me he puesto una playera más cercana a mi talla, así que sentí como varias personas se me quedaban mirando, entre ellas Christian, que de vez en vez me dijo algunos piropos subidos de tono e hizo algunos comentarios pensando que no lo escuchaba pues usé casi todo el tiempo mis audífonos.

No niego que me sentí alagada, solo que hubiera deseado que hubieras sido tu Alex el que me los hiciera.


Alex… me haces tanta falta, hoy más que hace 82 meses… ven por mi… TE AMO.

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