A pesar que tuve la oportunidad de ir a casa de mamá, quizá ir con su hermana o quedarnos en su casa preferí quedarme en casa, mamá trato en varias ocasiones de que cambiara de opinión, primero trato con su tono de voz, ese que me fastidia y usa constantemente para hacerse la sufrida, luego con otra llamada donde me decía que su hermana también se la iba a pasar sola ya que al final ninguno de sus hijos iba a estar con ella pues Fernando se fue con la familia de su esposa, lo mismo hizo Roberto y Claudia terminó aceptando la invitación de sus amigos, cosa que no es de mi interés, pero bueno.
Más tarde me llamó para decirme que su comadre la invitó a pasar la noche con ella y hacia extensa su invitación para que yo fuera, pero preferí rechazar la invitación aun y cuando fui tentada con la comida, lo que habían preparado se resultó interesante, pero de nuevo preferí quedarme en casa.
La ultima propuesta vino más tarde cuando su vecina de arriba la invitó a reunirse con otra vecina, cada quien iba a llevar un platillo pero que a ella no le pedían que llevara alguno por tan apresurada invitación, de nuevo lo rechace y argumenté que hacia mucho frio y estaba cansada.
Lo que realmente pasaba por mi cabeza ha sido estar contigo Alex, ya no me emocionan estas fechas como antes, recuerdo las veces que pasamos en familia jugando, “brincando la raya”, sacando las maletas y tantas otras cosas. Hasta recordé aquel gesto que tuvo el ex esposo de mi tía, cuando fue por nosotras para pasar la navidad con ellos, llegar a su casa y ver una hermosa mesa puesta, las copas llenas de 12 uvas que poco a poco fuimos comiendo con forme sonaban las 12 campanadas.
Hermosos recuerdos Alex, y ahora me siento tan sola, así que me he acostado en la cama, y mientras veía una que otra película comencé a dormitar, lo único bueno que hice en el día ha sido acompañar a Jean-Paul con algunos mensajes pues estando en Francia su año nuevo comenzó mucho antes que el mío, mientras leía sus mensajes me hizo la promesa de pasar conmigo “mi año nuevo”, promesa que me resulto agradable y hasta cierto punto calmó un poco mi tristeza, solo que no pensé que lo cumpliera.
A las 12 en punto de la noche comencé a recibir sus mensajes, puedes creerlo Alex?, cumplió su promesa y me ha deseado un “feliz año”, al menos no me he sentido sola como en años pasados, no niego que terminé llorando mucho y deseando que él y principalmente tu estuvieran a mi lado.
Gracias por ponerlo en mi camino Alex…
Alex… TE AMO.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario