10 de diciembre de 2017

Caras incomodas

Aunque no tenía ganas de salir a andar en bici lo hice Alex, un recorrido bastante diferente a los demás, cuando salí no sentí tanto frío, pero me arrepentí después, más que nada en las manos, llego el momento en el cual casi no las sentía y al parecer no era la única, con forme fui avanzando escuche lo mismo de otros ciclistas.

He tomado la misma ruta que en otras ocasiones, solo que esta vez con mayor cuidado pues es la zona que los peregrinos usan para aparcar sus camiones y hacer su relajo, con eso de las fechas pues ya te imaginarás como está esa zona, llena de gente, basura y camiones. Hubo “hombres” que hasta me dijeron “piropos” cuando me vieron pasar, otros de plano solo me vieron y no hubo quien no me morboseo, todo por que iba vestida con licras, lo bueno es que llevaba las moraditas, pero finalmente licras.

He recorrido unos 40 kilómetros, quizá un poco más, y me regresé a casa, pasé a ver si había chiles rellenos pero ya todos los había vendido la señora, hasta charlee un poco con el vecino ya que parece van a adoptar al perrote que desde ayer andaba en la cuadra, esta enorme y seguramente come bastante, lo que a su esposa hacia pensar, pero como es mansito sus hijos se encariñaron rápidamente con el perro, con decirte que hasta me ofrecí a sacarlo a pasear, cosa extraña en mí, sobre todo porque soy alérgica a los perros, pero bueno, por un momento me imagine en patines o bici acompañada de ese perrote.

Solo que, mientras terminaba de lavar, vi como llegaba un chico en bici a reclamarlo, según que el vecino Eduardo sabia de él y quien sabe que más, así que baje a despedirme y aproveché para llevarle a Lupita el embace de suavizante vacío, ahí me lleve una enorme sorpresa Alex, al pasar por la cacho tienda vi a varias niñas ahí, pero no le di mucha importancia, solo le dije al ahijado que si podía abrirme la puerta, al hacerlo vi que tenían fiesta, a la cual no fui requerida.

Había tres mesas, en una estaban tus primos, quienes al verme pusieron sus caras de incomodidad, fue Fernando quien me dijo si quería llevarme pozole y entre broma le dije que en el bote de suavizante cabían 3 litros, luego al pasar por la otra mesa vi a Elizabeth con sus hijas, incomodas también y nerviosas, pero bueno Alex, solo le di el embace a Lupita y me fui, NADIE me detuvo y al acercarme a la puerta vi entrar a Perla, no dije nada y continué mi camino.

Ahora me doy cuenta de que, efectivamente como ella dijo alguna vez: “nunca he sido parte de tu familia, o si?”.

Ni para que decirte lo que sentí Alex, una vez más me he sentido excluida de todos. Aun a esta hora sigo pensando en lo que me dijo la comadre en días pasados: “nosotros si te consideramos de la familia”, ahora veo que solo cuando le conviene, que feo.

Alex… no puedo más… ven ya por mi…. No es justo todo esto… TE AMO.

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